La UE gasta 14.600 millones en tecnología verde importada, casi toda desde China e India
En 2024, la Unión Europea compró paneles solares, biocombustibles y aerogeneradores a proveedores no europeos.
La Unión Europea invirtió 14.600 millones de euros en la importación de productos de energía verde en 2024, según datos de Eurostat. Aunque el valor total de las importaciones cayó un 43 % respecto al año anterior, el volumen creció un 2 %, reflejando un mercado más barato, pero con mayor dependencia de proveedores externos. China y la India concentraron la mayor parte de las ventas, lo que confirma su dominio sobre las cadenas de suministro de tecnología verde en Europa.
Paneles solares: casi monopolio chino
China suministró el 98 % de todos los paneles solares importados por la Unión Europea en 2024. El valor de estas compras alcanzó los 10.900 millones de euros, cifra inferior a los 19.000 millones registrados en 2023 debido a la bajada de precios en el mercado fotovoltaico global. Sin embargo, el número de unidades importadas aumentó, lo que muestra que Europa sigue instalando más paneles, aunque continúa dependiendo casi exclusivamente de un único proveedor.
La caída del valor no refleja una menor compra, sino un abaratamiento del producto. En términos físicos, la dependencia de China incluso creció, ya que el volumen de paneles instalados aumentó un 2 % respecto a 2023.
Biocombustibles: liderazgo compartido
La UE gastó 2.900 millones de euros en biocombustibles líquidos durante 2024. Aunque China fue también el principal proveedor en este segmento, su dominio fue menor: representó el 24 % del total. Le siguieron Malasia (15 %), el Reino Unido (13 %) y Brasil (12 %), según los datos de Eurostat.
Este reparto evidencia un mercado más diversificado que el fotovoltaico, aunque ninguno de los principales proveedores es europeo, lo que sigue revelando una falta de producción interna significativa en este sector estratégico para la transición energética.
Aerogeneradores: aumento del 113 % en unidades
En el caso de los aerogeneradores, el volumen importado por la UE creció un 113 % respecto al año anterior, con 32.373 unidades compradas en 2024 por valor de 500 millones de euros. Este segmento refleja una evolución diferente: India y China se reparten el mercado europeo, con un 48 % y 43 % de cuota respectivamente.
En 2023, India tenía un liderazgo más claro con un 58 %, pero la creciente presencia de fabricantes chinos indica una competencia creciente entre ambos países por dominar la cadena eólica europea. A pesar del aumento en producción europea de turbinas, la UE sigue recurriendo en gran medida a suministros exteriores.
Exportaciones y déficit comercial
La Unión Europea también exportó productos de energía verde en 2024: 2.800 millones de euros en aerogeneradores, 1.800 millones en biocombustibles líquidos y 700 millones en paneles solares. Sin embargo, el balance comercial continúa siendo claramente deficitario, con más del doble en importaciones que en exportaciones en este conjunto de tecnologías.
Esta brecha refleja la asimetría entre el consumo europeo de energía limpia y su capacidad industrial para producirla, en un contexto global en el que las emisiones siguen en aumento.
Emisiones globales y contradicción europea
Según el informe EDGAR del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcanzaron un récord de 53,2 gigatoneladas de CO₂ equivalente en 2024, un 1,3 % más que el año anterior. Solo la UE y Japón redujeron sus emisiones: –1,8 % y –2,8 % respectivamente.
India lideró el aumento global, con 164,8 millones de toneladas adicionales de CO₂ equivalente, seguida por China con un incremento del 0,8 %. A pesar de la mejora en la intensidad de emisiones —menos emisiones por unidad de PIB—, solo la UE logró un desacoplamiento absoluto: menos emisiones con crecimiento económico.
Liderazgo climático con dependencia estructural
La combinación de ambos informes —Eurostat y EDGAR— dibuja una imagen compleja: la UE avanza hacia sus metas climáticas, pero su cadena de suministro verde se apoya en países que siguen aumentando su huella de carbono.
El resultado es una interdependencia asimétrica: Europa se descarboniza, pero externaliza parte de su impacto ambiental al comprar tecnología verde producida con carbón, petróleo y gas.
Cada panel solar y cada turbina eólica que Europa instala son símbolo y trampa a la vez:
símbolo de una ambición verde, trampa de una dependencia gris. Las emisiones no desaparecen, solo cambian de coordenadas y ese cambio lo pagamos todos.
Lo más popular
-
Woody Allen, para desesperación de la izquierda: "Madrid es una ciudad que siempre me ha encantado" -
La Audiencia de Madrid avala diligencias que acorralan a Begoña Gómez -
El castigo del Gobierno a los que se pasaron a Verifactu -
Bronca monumental en la Asamblea y acusaciones de "violencia política": "Verles enfadados me pone" -
Vídeo: Febrero, fecha clave para el fin de Sánchez
Ver los comentarios Ocultar los comentarios