Una de las primeras dudas que asaltan a quien quiere lanzar un sitio web, incluso después de haber registrado el dominio, es: ¿cómo lo puedo diseñar si no tengo conocimientos para ello? Las principales soluciones son dos: encargárselo a un diseñador web o realizarlo uno mismo con un creador de páginas web. En este artículo veremos lo más importante de ambos métodos y te daremos algunos consejos para acertar en la fascinante (y a veces temible) aventura de diseñar un portal web.
Opción 1: encargar el diseño web a un especialista
Es muy obvia: si tú no sabes diseñar una web, que lo haga un diseñador por ti. Es la opción más costosa de las dos que proponemos, por lo que no es recomendable para aquellos profesionales o pequeñas empresas que tengan poco presupuesto, aunque también es cierto que las tarifas de los diseñadores independientes se han rebajado mucho en los últimos años como consecuencia de la fuerte competencia en el sector.
Aunque fiarás gran parte de las decisiones a este diseñador web, hay algunos aspectos que que este profesional deberá ser capaz de resolver y que tú deberás tener bajo control:
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El diseño debe ser responsive, es decir, que se pueda visualizar bien y con todas las funcionalidades a punto en dispositivos móviles (smartphones y tablets). No solo mejorará la experiencia del usuario cuando navegue por tu web con estos dispositivos, sino que evitarás penalizaciones por parte de Google, pues este buscador hace perder posiciones en las listas de resultados a aquellos sitios web que no tengan un diseño responsive. al menos en las SERPs de búsquedas efectuadas con móvil o tableta.
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El diseño debe estar optimizado para SEO, es decir, para el posicionamiento en buscadores. En las primeras fases del proyecto, el diseñador deberá preguntarte cuáles son las palabras clave por las que quieres posicionarte en los buscadores. Posteriormente debe realizar un trabajo On Page para que sea SEO friendly, con medidas sencillas pero básicas como poner el nombre correcto a las imágenes o utilizar las keywords en los títulos H1 y subtítulos H2.
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El diseño debe permitir el cumplimiento de la ley: dicho así, suena imponente, pero no lo es tanto. En realidad, lo que debe contemplar el diseñador es un diseño en el que se integren y se visualicen estos requisitos legales:
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Un aviso de aceptación de cookies.
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Un pequeño link en portada que redirija a la política de privacidad e información legal de la empresa.
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El diseño debe ser fácil de mantener y modificar, independientemente de si se esas labores van a ser realizadas por el diseñador, por ti o por un tercer administrador. Cambiar textos, añadir secciones o actualizar fotos son algunas de las tareas que se tienen que poder hacer de forma sencilla una vez que la web esté en funcionamiento.
Opción 2: utilizar un creador de páginas web
Es la solución más económica y la más recomendable para personas con iniciativa y dispuestas a invertir algo de tiempo en ello. Actualmente existe una gran variedad de creadores de páginas web, algunos de ellos en forma de programas instalables y otros sencillamente como aplicaciones online. Estas son algunas de sus características básicas:
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Son sencillos e intuitivos, y apenas requieren un mínimo conocimiento de diseño web.
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Se basan en plantillas predeterminadas: el usuario deberá elegir el diseño que más le guste y realizar las modificaciones oportunas.
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Ya están optimizadas, tanto para SEO como para su visualización en dispositivos móviles.
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Facilitan la implementación de funcionalidades avanzadas, como formularios de contacto o métodos de pago online.
Un ejemplo de creador de páginas web es el de Merkaweb: online, profesional y sencillo, con algunas ventajas extra como el servicio de Soporte Técnico mediante chat, email y teléfono o los 30 días de garantía. Otros sitios web que ofrecen creadores de páginas web son Templated o HTML5up, aunque en estos casos no se ofrecen otros servicios complementarios, como el registro de dominios o el alojamiento web.
Consejos para configurar tu diseño web con el creador de páginas
Aunque prácticamente todas las plantillas que ofrecen los creadores web cumplen las normas básicas de diseño, estos son algunos consejos que deberás tener en cuenta a la hora de personalizar tu elección:
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El diseño debe ser limpio y elegante: no sobrecargues de elementos la página, pues creará confusión en el usuario.
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El diseño debe ser usable, es decir, debe permitir que los usuarios entiendan cuál es el cometido de tu web y que realicen lo que venían a hacer a tu web. Esto es especialmente relevante en páginas con venta de productos, pues mejorará la tasa de conversión. Algunos detalles que ayudan a ello son:
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Que el proceso de compra sea lo más corto posible, sin registros ni fases intermedias excesivas.
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Que las acciones relevantes tengan predominio respecto a las irrelevantes. Por ejemplo, que el botón de Aceptar sea más grande y llamativo que el de Cancelar.
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Que los textos no sean excesivamente largos.
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Que cuente con botones Atrás y Siguiente de forma visible.
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El diseño debe regirse por los principios de jerarquía visual: lo más importante debe situarse en la parte superior izquierda, pues los ojos del usuario usuario escanean una web desde esa zona hasta la parte inferior derecha, siguiendo un recorrido en Z.
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Los colores deben ser amables y que faciliten la lectura del texto, con el suficiente contraste entre letra y fondo. De la misma manera, hay que evitar los colores chillones.
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La fuente de los textos debe ser lo suficientemente grande como para que se pueda leer correctamente. Además, no es conveniente utilizar demasiados tipos de letra en el conjunto de la web: dos o tres como mucho, para mantener un estilo homogéneo y unitario.
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Las imágenes deben tener gran importancia, pues hacen una web más atractiva, pero no se debe sacrificar la velocidad de carga de la página: en un par de segundos, todo el contenido debería estar cargado por parte del usuario; de lo contrario, acabará abandonando la web.