Para empezar pongamos sobre la mesa cuatro protagonistas. El primero de ellos, las regluadoras estatales de internet, FCC (Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos), similar a la CMT (Comisión del mercado de las telecomunicaciones) en España, por otro las operadoras de internet, es decir, los que ponen los cables y las infraestructuras para que todo funcione, Verizon en USA, similar a Telefónica en España. Un tercer protagonista serían las grandes compañías generadoras de contenido, sin ir más lejos Google o Facebook. Y por último estaríamos los mortales usuarios y consumidores que también tenemos mucha importancia en cuanto a los contenidos se refiere. En realidad y aunque no lo parezca a simple vista hay una extraña simbiosis entre todos ellos. O lo que es lo mismo, todos dependen de todos.
El motivo de tanta polémica ha surgido a causa del comunicado conjunto de dos de los protagonistas de esta historia, Verizon y Google. En este documento afirman con rotundidad un interés por mantener internet como "un lugar abierto en el futuro", donde "los usuarios puedan seguir eligiendo qué contenido, aplicaciones y dispositivos utilizan". Dicho documento no contempla por ahora una regulación del sector de internet en el móvil, es decir, redes inalámbricas, además de dar por bueno que la FCC pueda sancionar a quienes incumplan las supuestas reglas con cuantiosas multas económicas.
Por otro lado los más críticos con esta regulación sospechan que el acuerdo no tenga únicamente un interés social y solidario para el ciudadano. Muchas han sido las críticas de gurús de internet, medios tecnológicos y profesionales contra esta propuesta de neutralidad, ya que, según ellos, puede que no sea más que otro movimiento corporativo para posicionarse con ventaja en el mercado de cara al futuro, llegando a afirmar de forma llamativa que pudiera producir una posible desigualdad entre un "internet para ricos" y otro para pobres.
Por otro lado, Facebook ha defendido parcialmente dicho documento dando su apoyo a los principios de neutralidad en la red, aunque para ambos tipos de redes, lo que hace pensar que esta compañía deja entrever su claro interés por contentar a todas las partes y al mismo tiempo conseguir allanar el camino en un sector, el de los smartphones móviles, en el que seguramente tenga puesto más de un ojo.
En resumidas cuentas la regulación ya está presente en nuestro mundo cibernético desde hace tiempo y este acuerdo conjunto no hace más que reafirmar dicho control impidiendo así que el equilibrio se rompa a favor de terceros interesados.