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Respirar cuesta hoy menos energía que hace 30 años

Un informe de la OIEA ha descubierto que nuestro cuerpo necesita menos energía para las funciones corporales básicas.

Un informe de la OIEA ha descubierto que nuestro cuerpo necesita menos energía para las funciones corporales básicas.
Unsplash/Eli DeFaria

Científicos del Organismo Internacional de la Energía Atómica han descubierto que la energía utilizada para funciones corporales básicas como la circulación y la respiración ha disminuido en los últimos 30 años.

El estudio pretendía analizar el gasto basal, la energía utilizada para las funciones corporales básicas y que combinado con el que se emplea para las actividades del día a día conforma el gasto energético total, con el objetivo de estudiar las causas de la obesidad.

Hasta ahora, explican los investigadores, se había asumido que la obesidad era causada por estilos de vida cada vez más sedentarios, en el que ha disminuido considerablemente la actividad física y, por el contrario, ha aumentado la ingesta de alimentos. El estudio señala ahora que esta disminución del consumo de energía en las funciones básicas podría tener también un papel.

Para la investigación, los científicos utilizaron agua con dos isótopos estables, el hidrógeno-2 y el oxígeno-18. Los participantes debían consumir una dosis de agua doblemente marcada antes de reanudar sus actividades normales. Después, se recogieron muestras de orina durante un periodo de 10 a 14 días para determinar la rapidez con la que los dos isótopos abandonan el organismo. Calculando la velocidad a la que se eliminan estos isótopos, se puede estimar la cantidad de dióxido de carbono producida, cifra que está relacionada con el gasto energético.

Los datos, recogidos desde la década de 1980 a partir de muestras de más de 4500 adultos europeos y estadounidenses, permitieron probar a los investigadores que el gasto energético total ha disminuido desde la década de 1990 en torno a un 7,7 por ciento en los hombres y un 5,6 por ciento en las mujeres.

John Speakman, autor principal del estudio y profesor del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen (China) y de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), ha explicado que "lo que realmente ha disminuido es el gasto energético basal. Esto significa que la tasa metabólica en reposo de una persona que vive en 2023 es inferior a la de una persona de su misma edad y composición corporal de finales de los años 90. Eso es bastante inesperado. Y no sabemos muy bien a qué se debe".

Speakman ha añadido que hay varios factores que pueden explicar por qué ha disminuido el gasto energético basal, incluidos los cambios en la dieta. Sin embargo, necesitan investigar más para poder entender cómo revertir esta disminución.

"Esta podría ser la base de una estrategia útil en el tratamiento de la obesidad. Sin embargo, en la actualidad, la mejor forma de evitarla es no comer en exceso", ha asegurado el investigador.

La base de datos contiene más de 8000 mediciones de 37 países realizadas con su método desde 1981. Dado que las cifras proceden en su mayor parte de investigaciones realizadas en países occidentales, el OIEA ha empezado un proyecto de investigación coordinado iniciado este año, con el objetivo de añadir información de Asia, África y América Latina.

"Estos datos han permitido comprender mejor la epidemia de obesidad y ha aportado, por primera vez, pruebas sobre cómo ha disminuido el gasto energético en los últimos 30 años. A menudo, los estudios individuales son pequeños y no generalizables. Sin embargo, cuando se combinan en una base de datos, pueden abordarse grandes cuestiones sobre las causas de la obesidad", ha indicado la jefa de la sección de Estudios Nutricionales y Medioambientales Relacionados con la Salud del Organismo y coautora del documento, Cornelia Loechl.

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