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HOPE, cuatro años mejorando la experiencia del paciente oncológico

El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ayuda a más de cuatro mil pacientes al año a conciliar la vida diaria con el tratamiento oncológico.

El Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ayuda a más de cuatro mil pacientes al año a conciliar la vida diaria con el tratamiento oncológico.
Quirónsalud

Cáncer, esa palabra que nunca quisiéramos oír ni pronunciar, pero ahí está. Es una realidad a la que podemos enfrentarnos en cualquier momento de nuestra vida porque un familiar, un amigo o nosotros mismos quizás tengamos que escucharla de la boca del médico cuando vayamos a por los resultados de "ese chequeo que tenemos que hacernos de vez en cuando". Entonces, cuando se confirma el diagnóstico, la vida cambia, comienza una carrera de pruebas, citas y sesiones de quimioterapia que nos convierten en maestros de la enfermedad, del cáncer, y el hospital, al que acudimos entre unas cosas y otras casi a diario, pasa a ser nuestra segunda casa.

Un ciclo normal de "quimio" puede necesitar entre tres y cuatro visitas hospitalarias. El laboratorio para el análisis de sangre, la cita con la enfermera especializada, la consulta con el oncólogo y el tratamiento en el Hospital de día, y cada una requiere su tiempo. La vida personal, social, familiar y laboral se convierte en un problema que hay que afrontar y, sobre todo, organizar, porque algunos pacientes, ante la dificultad de encajar todos estos cambios, en ocasiones abandonan el tratamiento.

Conciliar, por tanto, la vida diaria con el tratamiento oncológico fue lo que llevó hace cuatro años al Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz a poner en marcha un proyecto para mejorar la atención de los más de cuatro mil pacientes con cáncer que tienen que tratarse allí cada año: El HOspital de Día PErsonalizado, HOPE. Este proyecto fue posible gracias al impulso de la Unidad de Innovación Clínica Organizativa (UICO) de este centro y de los hospitales universitarios Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General Villalba, integrados en el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). El objetivo de este proyecto, desde un principio, fue el paciente: mejorar su día a día para que la enfermedad y su tratamiento afectaran lo menos posible a su vida.

El tratamiento oncológico habitual conlleva una serie de protocolos que están lejos de tranquilizar al paciente. "Lo que vimos es que en el proceso clásico había muchos pasos que no aportaban ningún valor, larga esperas, desplazamientos que ni para el paciente ni para su familia ni para nosotros eran buenos. Lo que hicimos fue analizarlo todo y quedarnos con los puntos que realmente aportan valor y así rediseñar el modelo para ser los profesionales sanitarios y el hospital los que vamos en torno al paciente y no al contrario", explica la responsable de esta iniciativa, la doctora Cristina Caramés, directora asistencial y de Investigación de Quirónsalud, y coordinadora del Área de tumores digestivos del Servicio de Oncología Médica de la Fundación Jiménez Díaz.

HOPE ha reducido el tiempo total de una sesión de quimioterapia a 2 o 3 horas frente a las 12 habituales, al disminuir los tiempos de espera en el hospital y coordinar todas las acciones y procedimientos asistenciales en torno al paciente, que ya no tiene que andar de un lado a otro. Además, al estar menos tiempo en el centro, puede compaginar su vida cotidiana con el tratamiento, lo que implica un beneficio emocional muy positivo.

"El paciente es el centro absoluto de toda nuestra atención. Antes el paciente era el que se adaptaba a las necesidades organizativas del hospital y ahora es el hospital el que se centra en el paciente, en la persona", añade Cristina Elez, coordinadora de Enfermería del Área de Oncohematología, Cuidados Paliativos y Banco de Sangre de la Fundación Jiménez Díaz.

Contacto permanente

El proyecto HOspital de Día PErsonalizado, HOPE, no solo mejora el tratamiento de las personas con cáncer, también acerca el laboratorio hasta el sillón de la sala de espera, donde está el paciente, para reducir así el tiempo en el hospital, antes de la sesión de quimioterapia. Pero además, ayuda al paciente desde su domicilio, gracias a un asistente virtual, AI-ON (Asistencia Inteligente en Oncología), que utiliza un chatbot con el que puede estar en contacto con el equipo de oncología siempre que lo necesite. La comunicación directa a través de la tecnología, el móvil, el portátil o la tablet da tranquilidad a los pacientes y evita la terrible sensación de estar solos cuando tienen cualquier duda o problema, o ante una urgencia médica o con el tratamiento ser atendidos y poder acudir al hospital lo más rápido posible.

El éxito de estos cuatro años que lleva en funcionamiento el proyecto se ve en los resultados clínicos: HOPE atiende al 75% de los pacientes del Hospital de Día, reduciendo el número de citas sucesivas redundantes en un 63%, y mejorando el trabajo de oncólogos y enfermeras, dejándoles más tiempo para centrarse en lo que realmente preocupa al paciente. Asimismo, el proyecto HOPE ha reducido considerablemente los ingresos hospitalarios que se producen como consecuencia de los efectos adversos que pudieran provocar los tratamientos en un 25%. Los pacientes han valorado este proyecto muy positivamente, con un NPS (Net Promotor Score) del 95%, una medida que indica la satisfacción de un paciente hacia un servicio médico, valorando sobre todo la reducción de los tiempos de espera, los desplazamientos y la atención personalizada.

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Dra. Cristina Caramés, responsable de la iniciativa

Todo este trabajo ha quedado reflejado en el último número de la revista científica NEJM Catalyst, del grupo editorial estadounidense New England Journal of Medicine (NEJM), que dedica sus publicaciones a las últimas ideas, soluciones e innovaciones que transforman la asistencia sanitaria. El artículo, titulado "HOPE: Mejorando la experiencia del paciente con cáncer y sus resultados clínicos gracias a una unidad de práctica integrada y la transformación digital", está firmado por los doctores Cristina Caramés, Manuel Dómine y Yann Izarzugaza, especialistas del Servicio de Oncología de la Fundación Jiménez Díaz, Javier Bécares, jefe del Servicio de Farmacia Hospitalaria del centro, y Cristina Élez, coordinadora del Hospital de Día.

El proyecto HOPE sigue incorporando nuevos objetivos para mejorar sus resultados, eso sí, siempre centrándose en el paciente. "Nos preocupa no solo que el paciente se cure o reciba el tratamiento adecuado, sino que este interfiera lo mínimo posible en su vida diaria, en su trabajo y en sus relaciones personales", afirma la doctora Caramés, que espera que el proyecto HOPE sirva de inspiración a otras instituciones para ofrecer una atención oncológica centrada en el paciente.

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