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Hiperhidrosis: cómo solucionar el exceso de sudor

El sistema nervioso activa rápidamente las glándulas sudoríparas cuando la temperatura del cuerpo aumenta.

El sistema nervioso activa rápidamente las glándulas sudoríparas cuando la temperatura del cuerpo aumenta.
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La reacción del cuerpo humano cuando se somete a temperaturas altas, a ejercicio físico, a momentos de ansiedad, nerviosismo o estrés es sudar. El sudor o transpiración es la manera que tiene el cuerpo de regular la temperatura. Cuando aumenta la temperatura corporal, el organismo reacciona y suda para enfriarse.

El sudor es un líquido salado que se origina principalmente debajo de los brazos, en los pies y las palmas de las manos. El sistema nervioso activa rápidamente las glándulas sudoríparas cuando la temperatura del cuerpo aumenta. Existen dos tipos de glándulas sudoríparas: las ecrinas, que se encuentran en casi todo el cuerpo, están en la superficie de la piel y cuando la temperatura corporal aumenta liberan líquidos que, según se van evaporando, refrescan el cuerpo; las glándulas apocrinas están localizadas en las zonas donde hay vello como las axilas, el cuero cabelludo y las ingles y, cuando se está estresado, por ejemplo, estas glándulas liberan un líquido lechoso e inodoro que al mezclarse con las bacterias de la piel puede provocar olor.

Pero el sudor no solo regula la temperatura corporal, sino que también elimina algunas toxinas del cuerpo. Sin embargo, si se produce un exceso de transpiración de manera constante y sin estar expuesto a altas temperaturas u otros factores que lo justifiquen, podemos estar ante un trastorno de las glándulas sudoríparas llamado hiperhidrosis. Las glándulas sudoríparas de las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas y la zona de la cara y la cabeza son especialmente sensibles en la hiperhidrosis, tanto a estímulos térmicos como emocionales, provocando una sudoración excesiva para contrarrestar ese aumento de temperatura. "Aunque la causa de la hiperhidrosis puede ser una infección o hasta un linfoma, en la mayoría de los casos se trata de una alteración idiopática, es decir, que no sabemos por qué ocurre", explica el doctor Pedro Rodríguez Jiménez, dermatólogo especialista en oncología y cirugía dermatológica del Hospital Ruber Internacional.

La hiperhidrosis afecta al uno por ciento de la población y en casi la mitad de los casos su origen es hereditario. Puede provocar incapacidad laboral y social. "Es un problema de salud que no causa daño físico, pero sí un perjuicio emocional. Los pacientes deben condicionar la ropa que utilizan, a dónde van con sus amigos o incluso dar la mano o no a la gente al saludarla, lo que conlleva una disminución de la autoestima", añade el dermatólogo.

El tratamiento se centra principalmente en controlar la sudoración excesiva. En algunos casos la hiperhidrosis se puede corregir con un tratamiento farmacológico como desodorantes antitranspirantes a base de cloruro de aluminio, que deben aplicarse antes de ir a dormir sobre la piel seca; medicamentos para bloquear los nervios que desencadenan la sudoración como oxibutinina oral o inyecciones de toxina botulínica (botox). En algunos casos, si la sudoración se centra en las axilas, con una intervención quirúrgica para extraer las glándulas sudoríparas puede hallarse solución. Otra medida para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar es la tecnología de las microondas, que consiste en eliminar las glándulas sudoríparas a través del calor. Con una o dos sesiones y con anestesia local se consigue controlar la sudoración de manera definitiva.

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Dr. Pedro Rodríguez

La energía de microondas es un tipo de radiación no ionizante, es decir, que no provoca daño en el ser humano, y actúa donde hay más agua; por eso se utiliza en los hogares para calentar el agua de los alimentos. Las glándulas sudoríparas se encuentran entre la piel y la grasa, la zona donde hay más agua; de ahí que esta técnica destruya solo las células que se encuentran en esa capa de la piel. "Los resultados son muy buenos, no solo para disminuir la hiperhidrosis, sino también para disminuir el mal olor, pues destruye las glándulas apocrinas y, además, de forma permanente. Los pacientes tratados sudan la mitad de lo que sudaban, mejorando así su calidad de vida", puntualiza el doctor Rodríguez Jiménez.

Consultar a un especialista ante un problema de transpiración excesiva es muy importante, pero también para afrontar la sudoración y el mal olor ayuda utilizar desodorantes que contengan cloruro de aluminio para bloquear los poros por los que sale el sudor; utilizar zapatos y calcetines hechos con materiales naturales que permiten que los pies respiren e intentar mantenerlos secos, estando descalzo siempre que se pueda o utilizar talco, que absorbe la humedad. También es aconsejable utilizar ropa de tejidos naturales como el algodón, la lana o la seda, que dejan respirar a la piel, especialmente en época de calor como la primavera y el verano.

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