El miedo a estar solos en el hogar no es una sensación que se atribuya únicamente a los niños. Los adultos también sufren esta situación, fruto de una mente más desarrollada que detecta con mayor precisión los riesgos. Las acciones que se pueden llevar a cabo para superar este problema se adoptan desde muchas perspectivas. La recuperación emocional, el apoyo social, la autoestima o instalar alarmas de seguridad son medidas eficaces y compatibles entre sí que pueden tener efectos muy positivos y beneficiosos sobre las personas que sufren este tipo de trastorno.
El análisis médico indica que el temor a quedarse solo en casa es un tipo de trastorno de ansiedad. El miedo, una de las emociones fundamentales que acompaña al ser humano desde su nacimiento junto con otras, desempeña la función de adaptar al ser humano a diversas situaciones para protegerse ante posibles amenazas. La clave está en saber cuándo esta incomodidad se convierte en un problema. La gravedad tiende a ir aumentando, ya que el miedo a estar solo puede convertirse en un obstáculo en la vida de una persona si se intensifica y comienza a condicionar sus acciones.
A medida que una persona crece, desarrolla su independencia y, aunque lo natural es sentirse reconfortado cuando está acompañada de otras personas, en ocasiones necesita disfrutar de la soledad. Entonces, ¿por qué algunas personas experimentan miedo a estar solas en casa? Las causas pueden ser variadas y depender tanto de las experiencias vividas como de la personalidad, así como de los traumas infantiles, abandonos o situaciones de violencia que se hayan experimentado en el pasado. Además, biológicamente el ser humano está predispuesto a sentirse más seguro en grupo.
Apoyo, autoestima o tecnología
Para abordar este temor irracional, la clave radica en desarrollar estrategias para calmar y superar el propio miedo. Por ello es esencial establecer pautas dirigidas a manejar los síntomas físicos del miedo. Buscar apoyo en personas que comprendan la situación es otra acción fundamental en este objetivo. Una simple conversación con un amigo o familiar sobre esta situación puede aportar a la persona que experimenta el miedo la sensación de estar acompañada en todo momento, de manera que evita la sensación de soledad y malestar.
También dar el paso hacia una exposición gradual, respaldada por un diario personal, permite modificar y desmontar pensamientos o creencias irracionales que actúan como desencadenantes del miedo. Este proceso facilita pensar de una manera más ajustada a la realidad. Otra acción muy útil reside en el trabajo de la autoestima, que se revela como crucial para aumentar la seguridad y eficacia. Solo así se enfrentan situaciones con eficacia situaciones que generan este temor. Mejorar la autoimagen y la capacidad para resolver problemas frente a las situaciones que provocan miedo contribuye a superar este desafío emocional.
Alcanzar un estado de calma en el hogar también se consigue mediante la recreación de un entorno más seguro y tranquilo. En ese sentido, disponer de un sistema de alarma en casa es una solución práctica para combatir el miedo a estar solos en casa. La garantía de saber que habrá una respuesta inmediata y eficaz ante cualquier problema permite al usuario llegar a un estado de tranquilidad continua, pues sabe que al otro lado del panel hay personas que le ayudarán cuando resulte necesario.