Sanidad en caída libre: Mónica García y el deterioro acelerado del sistema público nacional

El último Barómetro Sanitario, correspondiente a la 3ª oleada de 2024, pone en evidencia una preocupante evolución negativa en la percepción ciudadana sobre el sistema sanitario español. Este informe, que incluye comparativas desde 2019 hasta la actualidad, permite observar el impacto de las políticas implementadas durante los gobiernos de Pedro Sánchez y, más recientemente, de la ministra Mónica García.

Una espera media de 9 días para ser atendido en atención primaria y un suspenso en la percepción de equidad entre Comunidades Autónomas son los "logros" de la actual ministra de Sanidad. Una médica que, lejos de afrontar la realidad sanitaria de nuestro país, parece más interesada en impulsar su carrera internacional en la OMS que en solucionar los problemas que afectan a millones de españoles.

Valoración global del sistema sanitario

Según las conclusiones del Barómetro Sanitario de la 3ª oleada de 2024, el sistema sanitario español presenta un notable deterioro en varios indicadores clave. Se observa un descenso en la valoración general del funcionamiento del sistema sanitario, que pasó del 69,7% en 2019 al 57,5% en 2023, y ha bajado hasta el 54,6% en 2024 con las medidas de Mónica García.

La satisfacción con la atención primaria también ha caído, de 6,41 puntos en 2023 a 6,22 en 2024, mientras que la atención especializada ha bajado de 6,01 a 5,80 en el mismo periodo.

En términos de accesibilidad, la espera media para ser atendido en atención primaria, aunque ligeramente mejorada (9.1 días en 2023), sigue siendo alta con 8,9 días de promedio.

Además, casi el 39% de la población percibe una desigualdad en los servicios según la comunidad autónoma de residencia, un aumento preocupante respecto a años anteriores y no llega ni al 50% de los españoles los que piensan que existe igualdad de trato de servicios según la comunidad autónoma donde vivas.

Por último, el problema de las listas de espera continúa agravándose, siendo percibido como peor por el 38% de los ciudadanos en comparación con el 34,4% en 2023, lo que contribuye al aumento de la insatisfacción con los sistemas sanitarios entre los españoles.

Servicios y niveles asistenciales

Los datos también muestran caídas en la valoración de los servicios clave. La satisfacción con la atención primaria ha caído de 6,41 puntos en 2023 a 6,22 en 2024, y la atención especializada ha pasado de 6,01 a 5,80 en el mismo periodo. Estas cifras se suman a una tendencia descendente sostenida desde 2019, lo que subraya la urgencia de implementar reformas significativas.

Disparidades territoriales

Uno de los aspectos más preocupantes es el aumento de la percepción de desigualdad en la prestación de servicios según la comunidad autónoma de residencia. En 2019, el 50% de los ciudadanos consideraba que los servicios eran iguales independientemente del territorio. En 2024, este porcentaje ha caído por debajo del 45%. Además, casi un 39% de los encuestados opina que no se reciben los mismos servicios en función de la CCAA, lo que refuerza la sensación de inequidad en el acceso a la atención sanitaria.

Listas de espera y urgencias

El problema de las listas de espera sigue empeorando, con un 38% de los ciudadanos afirmando que esta situación ha empeorado en 2024 frente al 34,4% en 2023. Esta problemática repercute directamente en la saturación de los servicios de urgencias, que han recibido al 46% de la población en el último año. Las urgencias hospitalarias, en particular, han absorbido el 56,5% de esta demanda, muchas veces para tratar afecciones menores como gripes o catarros debido a las dificultades de acceso a la atención primaria.

Impacto de las políticas sanitarias

La evolución negativa de estos indicadores desde 2019, y más aún desde la llegada de la ministra García en 2023, plantea serias dudas sobre la eficacia de las políticas sanitarias actuales. Las diferencias entre comunidades autónomas y la incapacidad de garantizar una atención sanitaria equitativa están erosionando la confianza en el sistema. Además, el colapso de las urgencias hospitalarias como consecuencia de la falta de atención primaria efectiva subraya la necesidad de una reestructuración profunda.

Los datos del Barómetro Sanitario 2024 son una llamada de atención sobre el estado del sistema sanitario español. Las políticas implementadas no han logrado detener la caída en la percepción de calidad ni abordar las desigualdades territoriales. La falta de oportunidades sanitarias equitativas está condenando a los ciudadanos a enfrentar un sistema fragmentado e ineficaz, en el que las listas de espera y el colapso de las urgencias se han convertido en la norma. Es imprescindible un cambio de rumbo que priorice la equidad y la eficiencia para garantizar un sistema sanitario justo y sostenible para todos los españoles.