El HTC One Max sube de las 4,3 y 4,7 pulgadas del HTC One Mini y el HTC One a las 5,9. Un enorme tamaño que lo aleja de los smartphones y que aún se queda corto como tableta. Se acerca más, en este sentido, a las 5,7 pulgadas del Galaxy Note 3 de Samsung o a las 6,5 del Xperia Z Ultra de Sony. Cada fabricante maneja cifras diferentes en este terreno.
El terminal repite el acabado en aluminio que tanto ha gustado a usuarios y críticos y otras características igual de aplaudidas, como su cámara con ultrapíxeles. La pantalla de 5,9 pulgadas tiene una definición de 349 píxeles por pulgada y en cuanto a resolución es Full HD. También se espera de él un gran rendimiento de batería, con 3.300 mAh.
Aunque no llega a las tremendas especificaciones del Note 3 o el Z Ultra, también irá servido de potencia. Monta un procesador Snapdragon 600 de cuatro núcleos a 1,7 GHz, con 2GB de memoria RAM, 16 o 32 GB de almacenamiento interno (ampliable con microSD de hasta 64GB y con 50 GB gratuitos en Google Drive durante dos años). También viene con los altavoces BoomSound que tan buena calidad de audio ofrecían en el HTC One original.
En cuanto a funciones, vendrá con la versión 5.5 de Sense, la interfaz de usuario propia de HTC para Android. También contará la última versión de BlinkFeed (ahora se pueden añadir RSS propias, además de nuevas redes sociales que se unen a Twitter y Facebook, Instagram, Tumblr y Google+) y con HTC Zoe, el magnífico software para fotos y edición de vídeo automático de la compañía.
Al margen de su tamaño y características heredadas de otros modelos, el HTC One Max llama la atención por tener lector de huellas digitales incorporado para desbloquear el terminal. A diferencia del iPhone 5S, este teléfono lleva el lector en la parte trasera de la carcasa, justo debajo de la lente de la cámara.