Y lo más llamativo es que está creciendo y arrastrando a la muerte a todo lo que se encuentra a su alrededor. Su nombre es CL0016+16 y podría medir cerca de 200 millones de años luz.
Este hallazgo ha sido publicado en la revista Astronomy & Astrophysics por Alexis Finoguenov del Instituto Max Planck y por Masayuki Tanaka del Observatorio de Europa del Sur. De acuerdo con Finoguenov, cuando las galaxias se agrupan tienden a neutralizar su capacidad de generar estrellas “haciendo que una galaxia en crecimiento se transforme en una muerta”.
Por su parte el equipo de Tanaka ha identificado decenas de cúmulos de galaxias rodeando CL0016+16, algunas de las cuales son decenas de veces más grandes que la Vía Láctea. Y la mayoría de ellas estas están muertas o muriéndose, lo que convierte a CL0016+16 en el cementerio del Universo. “El lado bueno de esto – explica Tanaka – es que nos brinda una oportunidad única de ver cómo, cuando y dónde mueren las galaxias”.