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Jota Linares: "La vida de nuestras madres merece ser contada"

El director de cine y escritor publica El verano antes del todo, un drama con toques de thriller construido sobre su biografía.

El director de cine y escritor publica El verano antes del todo, un drama con toques de thriller construido sobre su biografía.
Jota Linares, director de cine y escritor gaditano | Carlos Ruiz B.k.
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El director de cine y ahora escritor Jota Linares no teme al fracaso. Asume la posibilidad de caer en ese oscuro pozo con la tranquilidad de haber experimentado ese trance y haberlo superado. Entiende que es el reverso del éxito, que también ha saboreado. También conoce el trance que supone la pérdida de un ser querido y ha decidido enfrentarlo desde la luz. Son los aspectos que vertebran su primera novela El último verano antes de todo (Planeta), un libro difícil de etiquetar. "Los géneros están para jugar con ellos y romper los límites, pero si tuviera que definir este libro diría que es un drama con toques de thriller, pero también es una novela de iniciación porque habla de un grupo de amigos que despierta a la vida adulta a través de un crimen y se encuentran con sus sueños y fracasos. Además, es una historia de amor porque habla de vínculos familiares. Tiene toques de realismo mágico que me apasiona", asegura Linares a Libertad Digital.

"Hay mucha verdad, corazón y sentimiento en las páginas de esta novela. El hecho de desnudarme al contar la vida de mi madre creo que le da un valor añadido. Cuando leo algo que sé que es autobiográfico, tengo la sensación de estar leyendo algo que no debería pero que quiero leer. Espero que a los lectores les ocurra eso con mi novela", explica.

El escritor repasa su vida revistiéndola con ficción. "Hice un esquema sobre los hechos reales que iban a estar en la novela y los hilé a través de una ficción, la aparición de un cadáver. Me parece muy poderoso el usar una mentira para contar una verdad. Yo era un niño muy peliculero, siempre quería que pasase en mi pueblo algo como lo que veía en el cine", recuerda.

Ismael, un director de cine en horas bajas, regresa a su pueblo para acompañar a su madre enferma. Mientras procesa el dolor junto a su familia, descubre que algo extraño se esconde tras el suceso "del verano del muerto", cuando un cuerpo apareció flotando en el pantano hace dieciocho años. Fue el verano que lo cambió todo. Está ambientado en La Laguna, un lugar ficticio mezcla de muchos pueblos de la sierra de Cádiz pero, sobre todo, de Algodonales, la localidad natal del autor.

Jota ha volcado en estas páginas parte de la biografía de su madre. Comenzó a escribirla tan solo cuatro meses después de su fallecimiento. Asegura que no estaba preparado para "rodar algo tan personal" como la muerte de una madre y por eso prefirió enfrentarse a ese capítulo "desde la soledad del escritor". "Ha supuesto para mí cerrar una herida que estaba abierta. Duele mucho, pero quería aportar mucha luz. La vida de nuestras madres merece ser contada, quería darle una vida eterna, sentir que las personas que se van dejan una huella imborrable". Esta es una capacidad maravillosa que le atribuye a la cultura. "La cultura me ha salvado la vida. El cine me educó y tiene una capacidad de perdurar y de hacer justicia increíble. Muchos hechos históricos se han redimido gracias al cine o a un libro. La cultura nos sobrevive. El cine, el teatro, una canción o un libro, la cultura en general, consigue que una persona viva para siempre".

El fracaso de una generación

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Jota Linares | Carlos Ruiz B.k.

Jota Linares ha sido reconocido como uno de los directores de cine con más proyección, aunque su trayectoria no está exenta de frustraciones. "No es fácil admitir un fracaso, pero yo cada vez lo asumo con más alegría y alboroto. Te enseñan más los fracasos que los éxitos. Rodé mis primeras dos películas muy seguidas. La primera fue un fracaso y la segunda fue un bombazo. Lo pasé peor con el fenómeno que con el fracaso. Llevé mal estar tan expuesto y que la gente hablase tanto de la película. El fracaso se olvida rápido. Lo importante es aprender de él y levantarse pronto", dice. "Las carreras de la gente a la que admiro están llenas de altibajos", añade.

"Creo que mi generación sabe mucho sobre el fracaso. Salí de la universidad en 2008 y me encontré la crisis de frente. Nos prepararon para ser los reyes del mambo y nadie nos dijo que había la posibilidad de que no trabajásemos en lo que habíamos estudiado. Eso fue duro. El fracaso nos ha marcado y nos sigue marcando. Tengo amigos de la carrera con un gran talento que se han quedado por el camino".

Con esta novela, ha revivido sus veranos en el pueblo y ha constatado las diferencias con los jóvenes de hoy en día. "Mi generación era más pava", bromea. "Casi todos llegamos vírgenes a la universidad. Era una generación más pausada, vivimos las cosas con otro tempo, creo que era mejor".

Jota Linares está preparando su cuarta película y ha rechazado proyectos que no le convencían para apostar para lo que le gusta. Además, ha escrito "la novela que quería". "Es una satisfacción personal, ha sido sanador", concluye.

Jota Linares. El verano antes del todo. Planeta. 454 páginas. 18,85 euros.

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