Sabes cuando estás ante un comic interesante en el momento en el que empiezas a retrasar la comida o la cena, la ducha, salir a dar una vuelta o irte a dormir porque estás atrapado por el relato. Ese es el caso de Frente al muro, la obra que hoy reseñamos en estas líneas y que es perfecta para los amantes de las novelas policiacas o carcelarias. Aunque en este caso tenemos un compendio de varios géneros ya que viviremos la historia del convicto francés, Jean-Claude Pautot, desde el punto de vista de sus golpes, sus fugas y también de sus intentos, la mayoría exitosos, de engañar a la justicia durante años para vivir una nueva vida con otra identidad. Una historia muy interesante que ahora llega al mundo de los cómics.
Antes de dar más detalles, nos centramos en el apartado técnico: guion de Jean-Claude Pautot y Laurent Astier (guion, dibujo, entintado y color), tamaño de 21 x 29,7 cm, 168 páginas, papel mate 150 gramos, tapa dura en mate con barniz UV, editorial Cartem Cómics y un precio de 29,90 euros.
Vamos con la reseña
Carrusel de colores, fugas, huidas y detenciones
Jean-Claude Pautot, uno de los convictos más famosos de la historia reciente de Francia ha unidos sus caminos con el guionista, dibujante y colorista, Laurent Astier, para contar el relato vital del primero a través de las viñetas. Este cómic que os traemos hoy, editado por Cartem Cómics, es el primer volumen de esta narrativa propia de una novela policiaca y carcelaria. Tiene, en la misma historia, cosas de ambos géneros ya que veremos a Pautot dentro y fuera de la cárcel y como no, en plena fuga y exilio.
La historia está muy bien contada como he comentado al principio. El ritmo es electrizante en la narrativa saltando de viñeta en viñeta con gran velocidad para saber qué ocurre en la siguiente. Además incorpora un elemento que, nunca mejor dicho, le da un punto más de color a este cómic. Hablo del uso de una extensa paleta de colores como el rojo, amarillo, verde o azul que diferencian cada episodio gracias al color. Tenemos por ejemplo el inicio de la obra con la fuga de la cárcel de Lyon donde se utiliza un rojo intenso que permite al lector incorporar a la experiencia ese punto más de tensión e intriga. Más tarde, Astier usará colores más fríos para el momento de las detenciones y volverá a sumergirse en la calidad del amarillo, por ejemplo, para contarnos qué fue de Pautot cuando estuvo fugado en Italia.
Todo ello con mucha velocidad y con la sensación permanente de que estás en una carrera contrarreloj. Se nota que Pautot forma parte de la narrativa contando su propia historia ya que esa sensación de espada de Damocles sobre su cabeza, que él siempre tuvo, queda patente en diálogos e imágenes. Hablamos de la historia de un delincuente que estuvo gran parte de su vida con la adrenalina en vena de fugarse o de ser atrapado y si eso no estuviese palpitando dentro de este cómic, la historia perdería ADN. No es el caso.
Por otro lado está la parte descriptiva de los personajes. Todo está centrado en Pautot con pequeñas pinceladas de sus aliados y enemigos. Quizá se echa de menos un poco más de desarrollo a una velocidad más lenta, sin embargo, eso podría hacer perder intensidad a la obra y si hay que elegir entre pausar la narrativa o mantener el ritmo, lo segundo se antoja más importante que lo primero. Lo bueno es que contaremos con flashbacks que nos llevarán a la infancia del protagonista para completar el perfil del mismo y además nos irán desgranando todas las partes de su vida en pequeños relatos cortos. El lector irá volando desde la fuga de Lyon hasta su detención años después sin dejar de pasar por su infancia o por su exilio en Italia.
Por último mencionar la edición, muy cuidada y completa, de Cartem Cómics. Incorpora muchos extras y documentación de este caso real, algo que se antoja necesario para completar la experiencia inmersiva. Las fotos, publicaciones en prensa e imágenes varias redondean una obra más que aceptable de la que se espera pronto el segundo volumen.
Conclusión: obra trepidante de temática policiaca y carcelaria. Velocidad e intensidad de principio a fin. Estar basada en "hechos reales" permite al lector aumentar la sensación de credibilidad, algo que también se nota porque el propio Pautot es guionista de la obra. En el capítulo de ‘peros’ quizá falte más calma en el desarrollo de secundarios, pero eso hace que no se pierda velocidad. Una buena recomendación para los amantes de este tipo de historias. Si gustan, disfruten de la lectura.