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El origen de Magneto a través del horror de Auschwitz y el Holocausto

Panini nos trae el origen de uno de los villanos de la famosa Patrulla X a través del horror del genocidio judío.

Panini nos trae el origen de uno de los villanos de la famosa Patrulla X a través del horror del genocidio judío.
El origen de Magneto a través del horror de Auschwitz y el Holocausto. | David Vinuesa

Para un servidor y para cualquiera que tenga alma y corazón, cualquier obra que se englobe en el contexto del Holocausto debe ser tratada con el mayor de los respetos. Por eso siempre que cae en mis manos cualquier material de este tipo, me obligo a encontrar un momento de lectura tranquilo o sosegado para meterme de lleno en historias que te acaban golpeando durante y después de su lectura. Historias que te dejan tocado. Este es el caso del cómic que hoy os traemos aquí ya que nos encontramos ante una obra enmarcada en el contexto superheroico de Marvel y la Patrulla X, pero que va más allá de todo esto. De hecho, pese a tratarse del origen de un mítico personaje como Magneto, aquí de superhéroes tenemos más bien poco. Aquí hay mucha realidad. Aquí hay mucho respeto a lo que se está contando y por eso me hace especial ilusión traer esta obra para aquellos que aún no la conozcan.

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Antes de adentrarnos en el horror que nunca más debe ser repetido, vamos con el apartado técnico de la obra: guion de Greg Pack, dibujo de Di Giandomenico, editorial Panini, contiene X-Men: Magneto Testament 1-5, Must Have, cartoné tapa dura y un precio de 20 euros.

Cuando los villanos tienen poco que ver con los superhéroes

Lo he dicho al principio y lo mantengo: este Testamento no es una historia de superhéroes al uso. Sí tiene que ver con ellos, en concreto con la legendaria figura de Magneto, sin embargo, Marvel quiso hacer aquí un ejercicio, no solo de orígenes de un personaje, sino también una historia necesaria para revisitar el horror que tuvo lugar en el siglo XX con el Holocausto.

Aquí nos encontramos a Magneto en su niñez. Un chico judío, alemán, que junto al resto de su familia viven en primera persona los inicios del nazismo y el terrible impacto que tuvo Adolf Hitler en su país y en el resto del continente. El nombre original de Magneto era Max Eisenhardt, el cual se cambió posteriormente al que todos conocemos hoy en día, Erik Magnus Lehnsherr. A través de los ojos de Max y del resto de su familia iremos viendo paso a paso la destrucción física y mental de los judíos en aquella época y de paso iremos viendo por qué Magneto se fue llenando de odio poco a poco hasta convertirse en el enemigo de los X-Men (Patrulla X). Eso sí, no veremos a Max usar sus poderes en este cómic. No es esa clase de historia. Aquí, como un humano más y antes de explotar como mutante, será testigo de la deshumanización más terrible de nuestra historia.

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El guion de Greg Pak, escoltado por el más que notable dibujo de Carmine Di Giandomenico, lleva al lector a un ejercicio de inmersión que desde el primer momento crea angustia e impotencia a partes iguales. Logra transmitirlo desde el primer momento. Los contrastes que se hacen también en el uso del color permiten que la esperanza, al igual que ocurre en la mente de los personajes, se vaya desvaneciendo página a página. Sobre todo porque la narrativa y la construcción de los personajes está bien trabajada, logrando que empatices con la familia Eisenhardt y que en todo momento seas consciente de que el horror está a punto de pasarles por encima.

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El guion además hace mención cronológica a todos los sucesos históricos, desde Alemania hasta Polonia, que atravesaron la mayoría de judíos asesinados durante el Holocausto, es decir, este cómic hace también una función pedagógica sobre los hechos. A base de pinceladas iremos recorriendo momentos como el alzamiento del régimen nazi, los Juegos Olímpicos de Berlín, la Noche de los cristales rotos, el gueto de Varsovia y también lo que sucedió en el campo de concentración más famoso de la historia, Auschwitz. Magneto acabó allí cuando solo era un adolescente y el tratamiento de todo lo que sucede en el campo 1 y en Birkenau, incluyendo su rol como trabajador en los Sonderkommando, es devastador. Todo ello, repito, con un respeto inmaculado por parte de Greg Pak, que introduce un elemento ficticio como el origen de Magneto en un contexto que exige el mayor de los cuidados.

En cuanto al dibujo, Carmine Di Giandomenico hace un gran trabajo en varias fases. En la primera sabe plasmar perfectamente el entorno cariñoso y familiar del protagonista para después irlo devorando con todo lo que les va sucediendo. Ahí ayuda mucho el trabajo en el entintado que firman él y Joe Kubert, alternando con Matt Hollingsworth los colores cálidos con otros fríos propios del horror que se siente viñeta a viñeta. Por supuesto el escenario de Auschwitz es el que más exige al dibujante y Carmine no baja el nivel en ningún momento. Tiene algunas escenas que hacen que el lector se quede con la boca abierta, para mal evidentemente, porque pese a conocer de sobra lo que ocurrió allí, una imagen, aunque sea dibujada, siempre es más concluyente que mil palabras. También me gustaría destacar la expresividad en los rostros de los personajes, porque en una historia así, o logras trasmitir dureza y horror en los ojos de las víctimas, o perderás la credibilidad del lector. Di Giandomenico lo consigue y no es nada fácil en un contexto así.

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La pregunta que algunos se harán es lícita: ¿No hay nada del Magneto mutante que vendrá después y que dominará el metal para transformarse en un villano? Algo hay, sobre todo en una escena en concreto, pero este Testamento es otro tipo de historia. Muy necesaria, por cierto. Me parece que en su día Marvel acertó con este origen porque es otra forma de dar a conocer este horror a la gente. Un horror que debe ser conocido para no repetirlo nunca más.

Conclusión: es más que una historia de orígenes y es un Must Have (debes tener) en toda regla. El lector tiene una oportunidad increíble para acercarse al porqué del odio interior de Magneto, pasando de la inocencia a una terrorífica madurez, mientras conoce y profundiza más sobre el horror que se vivió con el Holocausto. Es una obra sobresaliente. Una obra necesaria. Una obra que, una vez más, destierra ese falso mito de que los cómics de superhéroes no son para adultos. Si gustan, disfruten de la lectura.

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