
El lenguaje es la herramienta fundamental para comunicarse con los demás. Fenómenos como el bilingüismo (hablar dos idiomas) y el multilingüismo (capacidad de hablar más de dos idiomas) son cada vez más comunes, de hecho se calcula que más de la mitad de la población mundial es bilingüe, y en algunos casos utilizan más de dos lenguas en su vida cotidiana.
Algunos estudios han ido más allá de la estadística al investigar cómo hablar en otro idioma puede cambiar la percepción de la realidad, de nosotros mismos y que los interlocutores nos perciban de manera diferente.
Cambia la percepción
La percepción del mundo puede ser distinta, ya que algunas lenguas tienen palabras específicas que no existen en otros idiomas, por lo que cuando se piensa en una emoción o sentimiento, se les asocia uno de estos términos aprendidos en el idioma que se haya utilizado. De hecho, cuando una persona habla en otro idioma, puede sentirse más cómoda para expresar las emociones de un modo más abierto y honesto.
Cada idioma tiene su propios códigos para expresar emociones. Por esta razón, en algunos idiomas, el tono de voz es más alto (por ejemplo en español) y en otros, se utiliza un tono más bajo, por ejemplo, en los países asiáticos el tono se asocia con la formalidad. Todos estos patrones hacen que una persona se adapte a diferentes situaciones a través del lenguaje.
El bilingüismo cambia a la persona
La investigadora Nairan Ramirez-Esparza realizó un experimento en la Universidad de Texas sobre el cambio de la personalidad que sufren las personas bilingües. La investigación concluye que los sujetos que participaron respondían de manera diferente cuando se les preguntaba en inglés y español.
En el caso de las personas bilingües, la lengua materna tiene una ventaja emocional sobre la segunda lengua al recordar experiencias pasadas, ya que la intensidad es mayor debido a que la lengua materna es la que etiquetó todas estas experiencias. Mientras que la segunda lengua fue adquirida en un contexto de aprendizaje más formal, lo que puede provocar cierta distancia emocional.
Lengua materna vs segunda lengua
Sin embargo, todo esto depende del nivel de dominio de la segunda lengua. En este aspecto hay que tener en cuenta el entorno en el que se aprendió, pues si tuvo lugar en un contexto académico, los hablantes tendrán más inseguridad al comunicarse aunque sean competentes en esta lengua.
Además, cabe subrayar que otro aspecto determinante es la actitud hacia el idioma que se aprende. Si esta es positiva, habrá una mejor conexión emocional con la lengua y, por lo tanto, el aprendizaje será más rico y efectivo.

