Muchos son los artistas que póstumamente alcanzan una fama de la que no pudieron disfrutar durante toda su vida, pero pocos son los que siquiera intentaron enseñar al mundo sus obras de arte.
La estadounidense Vivian Maier era una solitaria niñera cuya pasión casi nadie conoció, hasta que su obra fue encontrada en 2007. Vivió en el anonimato toda su vida, pero no por ello dejó de poner en práctica el que era un hobby para ella: la fotografía. Suyas son algunas de las mejores imágenes de las ciudades de Nueva York y Chicago. Ni siquiera Audrey Hepburn se resistió a su objetivo.
Sin familia propia o amigos, vivía con las familias de cuyos hijos cuidaba. De madre francesa y padre austriaco, nació en Nueva York en 1926. A la edad de cuatro años vivía con su madre y la fotógrafa Jeanne Bertrand, quien se podría decir fue su modelo a seguir y su tutora. Con muchas similitudes en sus vidas, ambas perdieron a sus padres a temprana edad y se criaron en condiciones precarias.
Maier pasó la mayoría de su juventud en Francia, donde comenzó a tomar sus primeras fotografías con una modesta Kodak Brownie, pero debido a la calidad de imagen que daba no podía desarrollar todo su potencial. Cuando regresó a Estados Unidos en 1952 compró su famosa Rolleiflex con la que creó algunas de sus imágenes más simbólicas. Aclamada como la "fotógrafa callejera" o Mary Poppins, hizo más de 100.000 negativos.
En 2007 se vio obligada a liquidar toda su colección debido a un impago de la renta de un pequeño apartamento que le ayudaba a pagar una de las familias para las que había trabajado. En ese momento fue cuando se descubrió su talento, pero le quedaba poco tiempo de vida. En 2008, Vivian tuvo un accidente -resbaló debido al hielo en las calles del centro de Chicago- y no se pudo recuperar, falleciendo poco después en 2009.
Sin duda, su historia es una de esas que no deja indiferente a nadie, siendo la protagonista de un documental que narra el descubrimiento de su obra (Finding Vivian Maier, 2013). Desde el 9 de junio y hasta el 16 de agosto tenemos la oportunidad de disfrutar de parte de su colección en la Fundación Canal.