Todo ocurrió el pasado viernes 14 de julio cuando dos agentes de la policía municipal pidieron la documentación a Antonio López que había vuelto a la Puerta del Sol para acabar un cuadro en el que lleva trabajando una década. Los viandantes presentes increparon a la policía, que no había reconocido al artista. Los agentes siguieron adelante con su trabajo porque como dijo un de los agentes, "yo no tengo que saber quién es, puede ser Van Gogh o quien sea".
