Los fans de Pokémon ponen en peligro el Museo Van Gogh

El Museo Van Gogh de Ámsterdam puso en marcha una iniciativa para atraer a un público diferente que ha funcionado tan bien que ha tenido que ser suspendida. La pinacoteca decidió hacer un guiño a Pokémon y, además de exhibir cuadros del genio del postimpresionismo protagonizados por Pikachu y otras criaturas, ofrecía una carta especial y exclusiva que desató la emoción de los aficionados a la franquicia. La emoción y el caos, porque la avalancha de personas que accedió al museo tratando de conseguir la carta Autorretrato con sombrero de fieltro gris fue tal que la dirección del mismo se ha visto obligado a suspender la propuesta.

La idea surgió con el objetivo de explorar el interés del pintor neerlandés en Japón, como demostró en algunas de sus obras. Por ello, la galería se alió con The Pokemon Company y creó unos naipes limitados. Se entregaba a los visitantes que completaran un cuadernillo especial. También ofrecía talleres para aprender a dibujar a Pikachu y la tienda incorporó productos temáticos.

El problema está en que la carta se podía conseguir hasta "fin de existencias". De modo que los jóvenes - y no tan jóvenes- que se acercaron al museo con este fin, participaron con demasiado ímpetu y ganas, sembrando el caos y provocando un grave problema de seguridad. El personal de la institución no podía garantizar la seguridad de las obras de arte expuestas. Por ello, se ha tomado la decisión de cancelar el proyecto.

El juego de cartas de Pokémon cuenta con millones de jugadores en todo el mundo y es un foco de atracción para coleccionistas. Los naipes limitados o raros, como era el caso, se pueden llegar a vender por cantidades de dinero impensables. Tras el revuelo creado, The Pokemon Company ha dado la posibilidad de conseguir la carta de Pikachu Van Gogh en Estados Unidos y Canadá.