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La sorprendente 'Piedad' de Goya se encuentra con el público

El Museo del Romanticismo expone La Piedad, una de las pocas obras religiosas del aragonés, adquirida en diciembre por 1,5 millones de euros.

El Museo del Romanticismo expone La Piedad, una de las pocas obras religiosas del aragonés, adquirida en diciembre por 1,5 millones de euros.
El Museo del Romanticismo expone 'La Piedad' de Goya | Ministerio de Cultura

Francisco de Goya apenas nos dejó en su producción pictórica obras devocionales. El Ministerio de Cultura adquirió a una galería el pasado diciembre, por 1,5 millones de euros, una temprana Piedad del artista de Fuendetodos, que ya puede disfrutarse en el Museo Nacional del Romanticismo. El cuadro, fechado entre 1772 y 1774, conserva su tela y bastidor originales, y permite conocer mejor cómo concebía Goya una escena religiosa.

"Se trata de una obra de juventud que hasta 2011 permaneció como anónima. Pertenece a un periodo muy desconocido de Goya, que corresponde a su etapa formativa en Roma. Se cree que fue el momento en que conoció la obra de Miguel Ángel, bien personalmente o bien a través de grabados", explicó durante la presentación de la obra la directora del Museo Nacional del Romanticismo, Carolina Miguel.

Esta Piedad revela el poso que dejó en Goya La Piedad de Miguel Ángel y otros modelos de Carracci, Maratti y Giaquinto. Tras su regreso a Zaragoza en 1771, Goya pudo expresar su evolución en sus trabajos en la Basílica del Pilar y en la Cartuja Aula Dei, con un estilo similar a esta Piedad. En enero de 1775, Goya partió hacia Madrid para pintar cartones para tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara. Su marcha a la Corte será un punto de inflexión en su carrera profesional, llegando a ser primer pintor de cámara en 1799.

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'La Piedad', de Goya | Laura Galdeano

"La obra desprende un clasicismo italiano muy contundente. El colorido del manto y de la túnica de la Virgen son de trascendencia rococó. La figura de Jesucristo recuerda más a las obras de Miguel Ángel. Es una escena especialmente dramática en la que no faltan los clavos o la corona de espinas. De fondo se ve un paisaje que apenas tiene protagonismo, lo que aumenta la sensación de soledad de las figuras principales", destacó Carolina Miguel.

Curiosamente, los estudios técnicos realizados a la obra han confirmado un hábito de Goya, el de reutilizar los lienzos. Una radiografía ha sacado a la luz un dibujo subyacente de un nombre de cuerpo entero, posiblemente un San Joaquín barbudo, junto a un ángel

Después del 19 de mayo, se continuarán realizando estudios sobre este lienzo y se espera que, para finales de año, forme parte de la colección permanente del museo. Se expondrá en el oratorio, un lugar especialmente acertado puesto que era la estancia en la que las familias burguesas del siglo XIX solían poner las pinturas devocionales de ámbito doméstico, el origen de esta obra.

Goya en el Romanticismo

Goya está unido al Museo del Romanticismo desde sus inicios. El historiador del arte Manuel Bartolomé Cossío (1857-1935) dirigió una carta al II marqués de la Vega-Inclán, su fundador, en la que expresaba la necesidad de la presencia de Goya en el entonces Museo Romántico: "Romántico o no, si sus cuadros no abrieran las puertas del museo, por él vagarían a todas horas eternamente los fantasmas de Goya". Con esta incorporación, el Museo del Romanticismo presume de dos obras del genio aragonés, ambas de temática religiosa: la Piedad ya mencionada y San Gregorio Magno, Papa, una obra monumental que pertenece al museo desde su fundación.

El pasado año, según destacó Carolina Miguel, el Ministerio de cultura hizo "una inversión récord" para ampliar las colecciones públicas que supuso "un aumento del 110% respecto a 2022". Se adquirieron, según detalló, más de 200 obras para 26 instituciones públicas. "Además de este Goya, para el Museo Nacional del Romanticismo se adquirieron otras piezas entre las que destaca un retrato ecuestre de Rafael Tegeo por 186.000 euros", explicó Miguel. Actualmente, está en restauración.

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