El Cabildo de la Catedral de Plasencia ha denunciado el robo esta madrugada de diversos objetos del museo de la catedral: la corona de la Virgen del Puerto, la corona del Niño, un par de cruces pectorales y anillos episcopales. Están valoradas en más de un millón de euros, según ha afirmado este lunes el alcalde de la ciudad, Fernando Pizarro.
Aunque la imagen de la virgen está ubicada en el santuario de la Virgen del Puerto, ubicado a cuatro kilómetros del centro urbano, la corona, que data de 1952, se guarda en el museo de la catedral de la ciudad.
De hecho, sólo una vez al año, coincidiendo con el inicio de la novena de la Virgen, sale de este lugar para ser trasladada, bajo custodia de la Guardia Civil, al santuario.
En el museo, tal como ha detallado, hay cámaras, alarmas, cristal blindado. "Todo eso lo han conseguido destrozar" para perpetrar el robo, ha apuntado el rector, quien espera que la investigación de los efectivos policiales permita recuperar lo robado.
La corona fue realizada con motivo de la coronación de la Virgen del Puerto y merced a la aportación particular de mucha gente y muchos devotos. "En esa corona están los anillos de matrimonio y joyas con diamantes donados por familias... con lo bonito que había sido toda esa aportación y lo triste que ha sido ahora con esta sustracción", lamentó el rector del santuario, fray José María Correcher,
Desde el cabildo han presentado la correspondiente denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional de Plasencia, que es la que se ha encargado de la investigación y en cuyo trabajo confían para esclarecer lo sucedido, según informan en un comunicado.
Al mismo tiempo, han invitado a los fieles "a orar por la pronta recuperación de los objetos robados", algunos de los cuales, además de su valor material, tienen "una gran significación religiosa y sentimental para los placentinos".
En declaraciones a los periodistas, el alcalde ha manifestado que son horas difíciles y tristes para Plasencia, pues el robo de estas joyas expuestas en el museo catedralicio han supuesto "un duro golpe para la ciudad, no por el valor material, que lo tiene, sino también por el valor emocional".