Son cinco los cines en los que se proyecta desde este viernes la última película de Iñaki Arteta, 1980, un retrato de los años de plomo del terrorismo de ETA. La cinta hace un corte horizontal a aquel momento, es decir, viendo los efectos del propio destrozo humano propinado a las víctimas, el silencio cómplice y cobarde de los sectores nacionalistas, la convivencia con las exigencias morales de los fanáticos, la complicidad de parte de la prensa... Un recorrido doloroso y demasiado cercano por la historia de un totalitarismo sin parangón en el continente europeo.
1980 se exhibe en Bilbao, en los Multicines de la calle José María Escuza, 13; en Vitoria en los cines Florida, en la calle San Prudencio, 22-24; en Santander en el cine Los Ángeles, calle Ruamayor, 6; en Barcelona en los cines Boliche ubicados en la Avenida Diagonal, 508 y en Madrid en los cines Princesa, en la Plaza de los Cubos.
En esta reciente entrevista para Libertad Digital Arteta se definía como un cineasta con suerte, "por no sentir miedo" a expresarse. "Es una cuestión de responsabilidad, de contar algo terrible que estaba ocurriendo muy cerca de mí". En los 80, empiezas a ver que eso no puedes encajarlo de una manera natural, como una persona normal, que no puedes entender las justificaciones. Utilicé la libertad y cierto coraje. Me impulsó fundamentalmente algo que es la clave de mi iniciativa: defender la libertad y la vida".