El director de Los lunes al sol, Fernando León de Aranoa, regresa al ruedo cinematográfico con una producción de reparto y ambición internacional. Un día perfecto está protagonizada por Benicio del Toro, Tim Robbins, Olga Kurylenko y Mélanie Thierry y se estrena el 28 de agosto en España. La película, a caballo entre el humor y el drama, narra los conflictos (personales, laborales, humanos) de un grupo de cooperantes humanitarios en pleno conflicto bélico de Los Balcanes.
Estrenada con éxito en el pasado festival de Cannes, Un día perfecto fue el único largometraje español mostrado este año en el certamen, recibiendo una ovación de siete minutos y buenas críticas por parte de la prensa, que destacó a sus dos principales protagonistas, Benicio del Toro y Tim Robbins.
Ambientada en una región indeterminada de Los Balcanes a mediados de los noventa poblada por un microcosmos variado de soldados, cascos azules, periodistas y civiles, la historia sigue a Mambrú (Benicio del Toro), el líder de un grupo de trabajadores que tratan de rescatar un cadáver de un pozo que podría envenenar la única fuente de agua potable en la zona.
Le acompanan Sophie (Mélanie Thierry), una joven francesa todavía idealista, y B. (Tim Robbins), un verdadero buscador de problemas. A todos ellos se sumará Katya (Olga Kurylenko), una antigua conocida de Mambrú dispuesta a complicarle aún más la vida al cooperante...
Rodada en inglés y con ambición internacional, la película de Fernando León -producida por Mediapro y Reposado Producciones- alivia el dramatismo de la guerra con mucha comedia negra y humor, pero a la vez centrándose en las aventuras de unos personajes que resultan heroicos y sencillos. Un paso más en la trayectoria de un director acostumbrado a mezclar drama y comedia pero que desde Amador (2010), y pese a estar ocupado en mil proyectos literarios o artísticos de diversa índole, no había estrenado ningún largometraje comercial.
Algo visible en su reparto, liderado por dos ganadores del Oscar como Benicio del Toro y Tim Robbins, pero también por lo que se desprende de su propia ejecución, de lo que el público ve y oye, al haber sido rodada en varios idiomas y en exigentes zonas de alta montaña. Porque el trabajo humanitario es de todo menos cómodo.
Inspirada en el libro Dejarse Llover, de la ex presidenta de Médicos Sin Fronteras Paula Farias, tanto como en la propia experiencia de León de Aranoa, que visitó Los Balcanes en la época en la que se ambienta la película, Un día perfecto aborda en clave de humor la vida de los cooperantes Mambrú, Katya, B y Sophie, además de otros personajes envueltos de alguna manera en el conflicto, descubriendo la miseria de la guerra, pero la grandeza humana que surge por el camino.
Todos ellos temas del gusto de León de Aranoa, habituado a retratar personalidades complejas en situaciones complicadas. Como en sus anteriores películas, Un día perfecto enseña la realidad de estos personajes, una que normalmente no se muestra, a la vez que realiza un homenaje a los trabajadores humanitarios y un guiño emocionante y divertido a la vida. Todo ello mientras conmueve y hace reír, aunque sea en las condiciones más inesperadas. Justo el tipo de contradicciones que gustan a un director siempre a caballo entre la comedia y el drama.