¿Qué sería de Superman sin su traje? El documental de Juanma Díaz Lima El traje de Superman, proyectado en la 19ª Semana del Cortometraje de la Comunidad de Madrid, aborda el monomito desde lo concreto, utilizando además la mejor excusa posible tanto si formamos parte del fandom comiquero como el de la vertiente más institucional de la industria española.
Porque quizá todavía resulte desconocida para muchos labor de Yvonne Blake, actual directora de la Academia de Cine, en el clásico filme de superhéroes de Richard Donner estrenado en 1978. Blake, experta diseñadora de vestuario proveniente del cine histórico, realizó una aportación fundamental a la hora de dar forma a un género que ahora se prodiga mucho más que antes, en una película que –sin duda– resulta todavía hoy, casi 40 años después de su estreno, uno de los ejemplos seminales del género fantástico y el espectáculo de Hollywood tal y como hoy lo conocemos.
El traje de Superman no es, por eso, ninguna anécdota: "El traje explica el personaje, un desacoplado, sobrehumano pero de vida ordinaria. El traje da el juego en ese tránsito, en el cambio de identidad donde reside la madre del cordero. Eso lo decía Tarantino por boca de David Carradine, que al final de Kill Bill Vol. 2 reflexionaba sobre cómo Superman hace justo lo contrario que el resto de superhéroes: "Superman es Superman, su identidad secreta es Clark Kent".
En Ivonne Blake recayó la labor de confeccionar el traje de héroe de un entonces desconocido Christopher Reeve. Y pese a ser ajena al mítico personaje, Blake logró hacerse con él sin apenas ayuda de su director, que apenas pudo poner un pero a su labor. "Lo bonito es investigar", dice Blake en el documental de Díaz Lima, con ese español voluntarioso que casi la puso en alguna dificultad durante su discurso de presidenta de la Academia en los Goya. Es, en todo caso, la misma humildad de la que hizo gala en su inglés natural cuando cuando -apenas unos años después- recogió el Oscar concedido a ella y Antonio Castillo por Fanny y Alexander, de Ingmar Bergman: "Si no fuera por la Revolución Rusa no estaría aquí".
Si algo demuestra El traje de Superman es, precisamente, lo bien que puede sentarle al personaje el abordaje de talentos ajenos al mundo del fandom, sobre todo si escuchan con atención lo que subyace debajo de todo el invento. Cada elemento cuenta, desde la ausencia de costuras que afecten a la integridad del personaje, o esa capa que no es solo una capa, sino una referencia casi inconsciente a la novela de caballerías populares que originaron todo. Blake era un talento reconocido en producciones históricas de Hollywood y Europa, pero no precisamente una experta en esa cultura popular que hoy domina las plateas, pero supo ver la naturaleza de cada elemento y su sentido. Con investigación, humildad y talento es posible todo, incluso vestir a Superman. El gran riesgo, convertir a la encarnación de los mejores valores en solo un tipo que vuela en calzoncillos. ¿Quién dice que la fantasía sea terreno fácil?
Pero es la confección y significado del traje de Superman lo que más pesa en el documental, que no por casualidad estructura su propia narración siguiendo las etapas del monomito de Joseph Campbell. Con la presencia y discurso de los críticos Jordi Costa y Jesús Palacios, los directores de cine Miguel Ángel Vivas (Secuestrados, Extinction) y Víctor Matellano (Wax) y otros especialistas en áreas lindantes como el dibujante Jorge Jiménez, Raúl Álvarez y los filósofos Jordi Claramonte y el profesor Antonio Sánchez-Escalonilla, una de las personalidades más relevantes a la hora de difundir el viaje del héroe de Joseph Campbell en la piel de toro. A Escalonilla le debemos una de las frases que mejor definen el valor del personaje y, por extensión, el mérito de la labor de Blake en el filme: "Los superhéroes son los santos de la actualidad".