El más admirado y querido actor argentino de los últimos tiempos, Ricardo Darín, se instala unos meses en Madrid por cuestiones laborales, después de ser galardonado en el Festival de Cine de San Sebastián con el premio Donostia "a toda una carrera". Que es larga tanto en la televisión, donde apareció sólo con cinco años de edad, el teatro pero sobre todo el cine. Y en la Bella Easo ha tenido la satisfacción de compartir el premio con sus seres queridos: su esposa, Florencia, su hijo Chino (al que llaman así desde niño, aunque tenga igual nombre que el padre) y la novia de éste, la actriz Úrsula Corberó, a quien quieren ya como una hija. "Ellos son los que me dan contención", comentaría desde el escenario del Kursaal, añadiendo: "Los amores de mi vida, junto a mi hija también, mi madre, mis hermanos, sobrinos, amigos…". Es un tipo enormemente familiar
La estancia en el certamen donostiarra de Ricardo Darín le ha servido para dar a conocer su película La cordillera, que se estrenará en las pantallas españolas en octubre, un thriller político en el que encarna la figura del Presidente de Argentina de viaje a Chile para asistir a una cumbre de mandatarios. Desde luego tuvo en cuenta no parecerse a ninguno de los políticos de su país, ni en el físico ni sobre todo la ideología. Aprovechó el gran actor para degustar nuevamente la cocina vasca junto a sus familiares, recordando que ya estuvo anteriormente en la edición de 2015 cuando conquistó la Concha de Plata por su extraordinaria interpretación en el filme Truman. Una simpática anécdota le ocurrió paseando por los alrededores de la sede del Festival, en la plaza de Okendo, donde por estos días se encontraba un "stand" que promovía el jamón ibérico. Al ser invitado a penetrar en él Ricardo Darín fue obsequiado con una suculenta pieza, que le hizo relamerse anticipadamente los labios.
Su esposa, lo adora. Llevan casados veintinueve años, desde el 18 de abril de 1988. Antes de conocer a Florencia Bas Ricardo Darín tuvo durante nueve años como compañera sentimental a una popular actriz, su compatriota Susana Giménez. Rompieron amistosamente, a lo que contribuyó que él quedara prendado de Florencia casi desde el primer instante en que se vieron. De manera anecdótica. Estaba el actor en una cafetería de Buenos Aires cuando se le quedó mirando una jovencita que, tímidamente, se acercó hasta él para seguirlo luego por la calle. Por fin se atrevió a saludarlo. Lo comentó con una amiga y ambas se acercaron otro día al teatro donde él actuaba, pasaron a felicitarlo al camerino y ahí es donde se produjo el chispazo. Ella tenía dieciocho años, estudiaba inglés. Se casaron unos meses más tarde. Todo les iba sobre ruedas hasta que en 1999 vivieron una crisis que les duró un par de años. Ricardo Darín fue quien dio el paso adelante para la reconciliación, comprando una casa que en su época de novios a Florencia le hacía mucha ilusión en el barrio de Palermo de la capital argentina.
Habitualmente, Ricardo Darín, pulcro siempre, vaya vestido deportivamente, con traje de calle o de etiqueta, suele llevar el rostro rasurado, aunque en sus películas lo hayamos visto muchas veces con su físico distinto por exigencias de rodaje. Y es lo que le ha ocurrido ahora, que llamó la atención con sus cabellos ya con muchas hebras blanquecinas, bigote y frondosa barba, que lo hacía un tanto irreconocible. Menos mal que su sonrisa la mantiene y ayuda para identificarlo en seguida. Esta fisonomía actual le viene obligada por su próximo rodaje en nuestro país. Pero, antes de que vuelva a colocarse ante las cámaras, seguirá representando hasta el 22 de octubre la comedia dramática de Ingmar Bergman Escenas de la vida conyugal en el madrileño Teatros del Canal. Inmediatamente también en Madrid se pondrá a las órdenes del iraní Asghar Farhadi, quien lo dirigirá en un filme del que por el momento nada sabemos.
En Madrid hace más de un año que reside su hijo Ricardo ("Chino"), aunque últimamente ha tenido que cumplir un contrato en Argentina, quien debutó en la serie televisiva La Embajada. Su interpretación fue destacada, con unas tórridas escenas con la protagonista, Belén Rueda. Poco después, fue contratado para ser galán de Penélope Cruz en una fallida película (él no tuvo culpa alguna, por supuesto) de Fernando Trueba (ése que dijo que no se sentía español sino más francés), Isabel, Reina de España."Chino" Darín tiene intenciones de continuar entre nosotros. Le acompañaba cuando llegó una fama de "rompecorazones" en su país. Y rodando La Embajada se quedó prendado de su compañera de reparto, Úrsula Corberó, con la que intimó durante el tiempo que duró la filmación. Y desde entonces forman una pareja "colada" la una por el otro. Ambos tienen la misma edad, veintiocho años. Natural de un pueblo catalán cercano al Montseny, Úrsula pertenece a una modesta familia: padre carpintero y madre que desde limpiar casas y ser pescadera no han hecho otra cosa que trabajar toda la vida. Se dio a conocer muy jovencita en una serie de gran audiencia, Física o química. Posteriormente ha intervenido con papeles destacados en Gran Reserva, Anclados la ya mentada La Embajada y La casa de papel. Tiene pendiente el próximo estreno de su película La noche después de que mi novio me dejara. Feliz junto a "Chino" Darín, lo único que lamenta es que como le ha ocurrido recientemente él tuvo que ausentarse a su país. Lo resolvieron hablando diariamente "vía Skipe". Con anterioridad, Úrsula Corberó tuvo relaciones con Andrés Velencoso, Feliciano López e Israel Rodríguez.