La pandemia del coronavirus ha cambiado todo, y como no podía ser de otra manera, también los eventos culturales como los Premios Goya. La 35 edición de los premios de la industria española ha tenido lugar en el Soho CaixaBank de Málaga con Antonio Banderas y María Casado como maestros de ceremonias.
Precisamente Banderas ha sido uno de los grandes protagonistas de la noche, y lo era desde la alfombra roja donde contaba con soltura el motivo por el que debajo de su esmoquin llevaba una camiseta negra, "acabo de pelearme con una camisa, la cual he hecho trizas, y he terminado poniéndome una camiseta". También explicaba por qué se ha metido en "el embolado tan complejo de los Goya". El motivo no es otro que "la deuda que tengo con la Academia y es una forma de prestar un servicio al cine español".
Uno de los asuntos más comentados desde semanas antes de los Premios Goya ha sido el formato elegido por la Academia de Cine para celebrar el evento. Durante la ceremonia han estado en Málaga numerosos entregadores pero los nominados han "recibido" su premio desde sus casas (alguno optaba por un hotel con familia y amigos). Lo que sí hay que reconocer a los actores españoles ha sido tomarse muy en serio la gala y conectarse ataviados como si en Málaga estuvieran, nada de pijamas (aunque hay formas de mostrarlos con glamour como Jodie Foster en los Globos de Oro) ni chándal.
Pero si de glamour hablamos, Banderas ha tirado de agenda de contactos y en la gala han estado "presentes" actores de Hollywood como Robert de Niro, Al Pacino, Dustin Hoffman, Helen Mirren, Charlize Theron, Mel Gibson Monica Bellucci, Salma Hayek, Sylvester Stallone, Benicio del Toro, Emma Thompson, Tom Cruise, Margot Robbie, Laura Dern... Hasta Barbra Streisand, eso sí, ella prefirió mandar un audio whatsapp.
La gala, sobria pero con ritmo
La 35ª ceremonia de los Premios Goya ha sido sobria, cosa que me parece un acierto. Con una pandemia que ha costado la vida, y sigue costando, a decenas de miles de personas hubiera sido un error hacer una fiesta por todo lo alto como si aquí no pasara nada. De hecho, como bien recordaba Ana María Ruiz, la enfermera que ha entregado el máximo galardón, el de Mejor Película, "España es el país de la UE con más sanitarios contagiados". Visiblemente emocionada quería recordar a los sanitarios "que han perdido la vida luchando por la de otros". Bonito gesto el de la Academia de Cine al elegir a esta enfermera que desempeñó su trabajo en el hospital de Ifema donde creó una biblioteca porque "la cultura acompaña y sana, da calor y consuelo".
La gala comenzaba con Antonio Banderas haciendo reflexiones sobre las salas de los cines vacías, las heridas abiertas y pedía guardar silencio en homenaje a las víctimas de la pandemia. Posteriormente saludaba a todos los nominados en una gran puesta en escena que era precisamente lo que más temíamos todos, y que por suerte salió bien, más allá de un problema con Fernando Trueba.
Increíble la escenografía y muy acertada la realización. Cada vez que un ganador mencionaba a algún compañero nominado lo incluían en una ventana pequeña para ver su reacción en directo.
Los Premios Goya empezaban fuerte con toda una declaración de intenciones. Sobre el escenario al mismo tiempo, guardando las distancias, Pedro Almodóvar, Penélope Cruz, Paz Vega, Alejandro Amenábar y Juan Antonio Bayona daban el pistoletazo de salida a la entrega de premios más rápida que se recuerda. En tan sólo una hora se habían entregado 13 premios, realizado el discurso del presidente, Mariano Barroso, y comenzado el In Memoriam. Y no, la Academia no se olvidó de Rosa María Sardá, ella pidió no salir. Genio y figura de la que precisamente tantas veces presentó estos premios.
Barroso hablaba de una "celebración separados por pantallas" y anhelaba "el encuentro con nuestro público". Subrayaba que "el cine nos ha ayudado a salir de nuestros dramas personales" y aplaudía a los productores y distribuidores "que han arriesgado estrenando en salas de cine como Santiago Segura" y su Padre no hay más que uno 2. Película que, por cierto, no ha recibido ni una sola nominación pese a ser la que ha tirado del carro con sus más de 13 millones de euros recaudados en taquilla.
Este 2021 es el centenario del nacimiento de Luis García Berlanga, motivo por el que la sede de los Premios Goya el año que viene será Valencia como colofón al año Berlanga. Sin embargo, durante la gala celebrada en Málaga, el acto en su honor no ha sido del gusto de casi nadie. Carlos Latre salió caracterizado como uno de los actores que tanto trabajó con Berlanga, Pepe Isbert.
¿Cuántos convivientes hay en las casas del cine español?
En unos tiempos en los que tanto se habla de dar ejemplo por parte de instituciones o personas, hay que mencionar que no todos los nominados guardaron las distancias y recomendaciones sanitarias. La inmensa mayoría salían en los salones de sus casas, bien solos o bien con sus parejas, pero hubo algunas excepciones. Cierto es que hay que saber diferenciar. Mario Casas, al que por fin la Academia reconoció su trabajo, aparecía rodeado de muchas personas, pero se trataban de sus cuatro hermanos y sus padres, que literalmente no le dejaban hablar. Mario, a falta del Goya auténtico, agradeció el galardón con la cabeza de un Iron Man hecho con piezas de Lego.
Nathalie Poza aparecía con las actrices Carmen Machi y Carolina Yuste, con quienes se encuentra representando en el teatro la obra Prostitución. A los actores de teatro les hacen continuamente pruebas ya que sobre las tablas no están con mascarillas. Sin embargo, hubo otros casos en los que claramente no eran convivientes y, tras ganar, venían los besos y abrazos sin control.
Lo que estamos aprendiendo es que muchos nominados al Goya comparten piso con 150 convivientes. #Goyas2021
— GQ España (@GQSpain) March 6, 2021
Yo no es por juzgar, pero en esas casas hay mogollón de convivientes.
— Juan Sanguino (@juanlsanguino) March 6, 2021
La nota política la puso Alberto San Juan, el que fuera presentador junto a Willy Toledo de la tristemente célebre gala del No a la guerra. Alberto, tras ganar el Goya a Mejor Actor de Reparto por Sentimental, decía "me han pedido una cosa y la tengo que hacer, le digo al Partido Socialista que los derechos humanos no pueden ser a la vez bienes de interés con los que se especule y la vivienda es un derecho humano muy básico". En un momento en el que PSOE y Podemos no terminan de ponerse de acuerdo en la Ley de Vivienda, nos queda la duda de quién le ha pedido a Alberto San Juan que le mande en directo ese recado al PSOE.
La gala terminaba con Antonio Banderas y María Casado deseando "que acabe esta anormalidad" (qué gran acierto Antonio no usar expresiones como 'nueva normalidad') y podamos volver a disfrutar "de la experiencia de la sala oscura y gigante". Pedían que esta gala no se recuerde como la del covid sino la "de la recuperación por Andalucía, España y la humanidad" parafraseando el final del himno andaluz . Y un último deseo, "abrazarnos con nuestro público". Tras esas palabras, ambos recorrían un camino de baldosas amarillas como si del Mago de Oz se tratara, salvando obstáculos con la esperanza de alcanzar la ciudad Esmeralda.