El director italiano Ruggero Deodato, exponente del cine de horror de serie B italiano y autor de películas de culto como Holocausto Caníbal, ha muerto en Roma a los 83 años de edad, según reveló hoy en las redes sociales su amigo y colega Sergio Martino.
Deodato (Potenza, 1939), que había comenzado como ayudante de dirección junto al mítico Roberto Rossellini, pasó después a trabajar con directores del cine de serie B italiano, como Sergio Corbucci y Antonio Margheriti, antes de debutar tras la cámara en 1964 con "Ursus, el terror del Kirghisi", según los medios locales.
En la década de los 70 comenzó compaginando el trabajo en anuncios de televisión con films tan distintos como el thriller erótico Ola de placer o la policiaca Hombre se nace, policía se muere hasta que alcanzó la fama con la violenta "trilogía canibal", iniciada en 1977 con "El último mundo canibal" y acabada en 1985 con "Infierno en directo".
Fue la segunda película de esta serie, Holocausto canibal, la que le dio la mayor popularidad y que con el paso del tiempo se ha convertido en una cinta de horror de culto, en la que aparecían matanzas de animales no simuladas que provocaron una fuerte polémica en el país y terminó en los tribunales.
‘Holocausto caníbal’: ¿fue real?
La película, que se ganó la fama de maldita, cuenta la historia del profesor Monroe, que viaja a Brasil en busca de cuatro reporteros misteriosamente desaparecidos. Monroe descubre que los exploradores habían sido asesinados y devorados por los indígenas de esa tribu gracias a las imágenes grabadas por los reporteros. Es una película de gran controversia debido a sus imágenes de gore y violencia, hasta el punto de que llegó a prohibirse en numerosos países, incluyendo Italia, Australia y el Reino Unido.
Tras el estreno, muchos creyeron que Holocausto caníbal era una película snuff, o que los actores fueron realmente asesinados durante su realización. La película se confiscó y la policía detuvo a Deodato porque incluso el tribunal creía que los actores estaban muertos y que la escena en la que una mujer es empalada, era real.
Tampoco contribuyó a calmar al tribunal el hecho de que los actores hubieran firmado un contrato que les prohibía aparecer en cualquier medio de comunicación al menos durante un año tras el estreno. Finalmente, Deodato tuvo que explicar cómo se había filmado la escena del empalamiento y demostró que las muertes no fueron reales.
Lo que sí fueron reales fueron las muertes de varios animales, de las cuales se demostraron seis. Esto les costó una condena de cuatro meses de libertad condicional a Deodato, los productores, guionista y representantes de United Artists, condenados por "violencia y obscenidad".
A pesar de la censura y la brutalidad de algunas escenas, Holocausto canibal se considera como una crítica a varios aspectos de la civilización moderna e inspiró a todo un género de horror de serie B.