La productora especialista en el género de terror, Blumhouse, estrena El club del odio donde el miedo al espectador no se lo trasmite una sesión de espiritismo ni un fantasma atormentado. Lo que pretende es crear esa sensación de que el monstruo capaz de las peores cosas puede ser la afable tendera del supermercado o incluso la educada profesora de su hijo.
El club del odio comienza precisamente con esa profesora en un colegio mirando con desdén a la limpiadora latinoamericana. Incluso "lanza" contra ella a un alumno. Aquí comienza la trama que sigue a esta mujer hasta una iglesia cercana donde ha organizado una reunión con un grupo de mujeres con ideas políticas afines. Aparentemente podría tratarse de un club de lectura e incluso de una reunión de tupper sex. Entorno agradable, comida y bebida y unas mujeres expresando libremente sus ideas.
El problema es que esas ideas van contra los inmigrantes, el feminismo o cualquier idea progre. Ideas para combatirlos que van apuntando en una pizarra bajo el lema de supremacismo ario. La reunión está repleta de clichés, desde una que es una orgullosa miembro del Ku KLux Klan a la que culpa a los inmigrantes de su infelicidad sin faltar los saludos nazis e incluso esvásticas. Incluso una de las mujeres llega a decir "tenemos mejores médicos, son hechos, ¿eso me hace ser mala persona?".
La directora Beth de Araújo nos retrata a mujeres egoístas y profundamente racistas. Incluso en cierto sentido se odian entre ellas mismas por determinados comentarios que hacen a lo largo de la trama.
Al salir de la iglesia la profesora se encontrará con una mujer de su pasado (inmigrante), y aquí comienza una consecución de toma de decisiones totalmente inverosímil. Que cuatro mujeres, algunas incluso no se conocían con antelación, tomen decisiones que les lleva a cometer los peores crímenes sin que a ninguna de ellas le parezca una locura y frene en seco resulta difícil de creer.
Según la sinopsis de El club del odio, y como ha explicado la propia directora en diferentes entrevistas, se ha inspirado en "mujeres ultraconservadoras que buscan llevar a cabo el gran mantra de la era Trump: "Make America Great Again" (Hacer EEUU otra vez grande)". Es decir, lo más normal entre los votantes de Trump y del partido republicano para la directora es encontrarse a descerebrados que deciden, por ejemplo, quemar viva a una persona y a todos les parece genial.
Si dejamos de lado la verosimilitud, dado que como dice la propia directora está inspirada en lo que ella cree que es el EEUU actual, resulta espeluznante lo que realizan las protagonistas. De hecho hay una escena en la que no se ve lo que están haciendo pero que pone los pelos de punta de pensarlo. El club del odio, que puede verse en Filmin, dura 90 minutos y está rodada en un sólo plano secuencia, recurso del que los cineastas abusan demasiado en los últimos años.
El club del odio no es el único estreno de esta semana en la que hay variedad de géneros y plataformas. Desde Disney+ revisionando una película de Peter Pan, a Netflix con una de acción con policías infiltrados y otra con sucesos paranormales.