La plataforma Netflix acaba de estrenar una película de suspense que se ha situado rápidamente entre lo más visto de su catálogo a nivel mundial, Reptiles. La joven agente inmobiliaria Summer (Matilda Lutz) está esperando a unos clientes en una gran casa en una zona residencial. Su pareja, el también agente Will Grady (Justin Timberlake) y dueño de la inmobiliaria, acude a la casa ante la imposibilidad de localizarla, lleva horas sin contestar al teléfono. Cuando llega se encontrará una trágica escena, Summer ha sido asesinada de una forma atroz.
El caso será encargado al veterano detective Nichols (Benicio del Toro) que tendrá que juntar las piezas de este rompecabezas para descubrir quién está detrás de tan cruel asesinato. Como en toda película de suspense que se precie, al espectador se le irán mostrando los posibles culpables cual si de los escaparates de El precio justo se tratasen: como es habitual empezamos con la actual pareja de Summer, Will; el ex marido de la víctima, Sam (Karl Glusman); Eli Phillips (Michael Pitt), un joven obsesionado con la empresa de Will Grady y su madre Camille Grady (Frances Fisher) por algo ocurrido en el pasado...
Reptiles funciona principalmente por tener un arranque de película potente, que engancha al espectador que quiere saber quién está detrás de tan brutal asesinato, y por su espectacular elenco, especialmente destacable el trabajo de Benicio del Toro. Uno de los puntos a favor de la película es que no pretende ser un thriller, tendencia de todas las películas de suspense. El thriller tiene unas características muy marcadas, con un guion repleto de giros inesperados. Reptiles tiene una forma más clásica, un detective tendrá que luchar contra todo y todos para conseguir averiguar la verdad, hacer justicia con la víctima y encarcelar a los responsables.
Entre los puntos negativos de la película de Netflix encuentro fundamentalmente dos. En primer lugar su duración, 2 horas 15 minutos. La segunda su desigual ritmo a lo largo de la película. Reptiles es un cine policíaco al estilo de los que se hacían en los años 90, la diferencia es que aquellos por regla general duraban 1 hora y media. El innecesario alargamiento de todas las películas es una tendencia actual que debería desaparecer, sólo una muy buena película puede mantener el ritmo inicial a lo largo de más de dos horas.
A eso añadimos la frialdad del espectador con la víctima. A diferencia de otros títulos, no conocemos nada de Summer, que ha sido asesinada en la primera escena. Tampoco nos dan detalles de cómo era su vida a lo largo de la trama. Eso hace que el espectador no quede sorprendido por el resultado final, sino que simplemente haya saciado su curiosidad de averiguar quién es el asesino. No hay implicación. Puede que el director de Reptiles, Grant Singer, haya preferido apostar todo a su ficha más valiosa, Benicio del Toro. Sin duda, una apuesta segura.