Hollywood lleva años en un proceso de revisionismo por diferentes motivos alegando que las películas incluyen machismo o racismo. El estudio Disney es uno de los abanderados de este movimiento. Títulos como Aladdín (1992), Dumbo (1941), Los Aristogatos (1970), Peter Pan (1953) o El libro de la selva (1967) tienen un mensaje antes de que el espectador pueda empezar su reproducción en Disney+.
De esta forma, la casa de Mickey Mouse avisa de que "este contenido incluye representaciones negativas o tratamiento inapropiado de personas o culturas". Añade que "estos estereotipos eran incorrectos entonces y lo son ahora". No obstante, su decisión no es retirar, por suerte, el contenido de la plataforma sino que dice que "queremos reconocer su impacto nocivo, aprender y fomentar que se hable sobre él para crear entre todos un futuro más inclusivo".
La nueva víctima de este revisionismo es el clásico Disney Mary Poppins, película de 1964 protagonizada por Julie Andrews y Dick Van Dyke. De esta forma, en Reino Unido la British Board of Film Classification (BBFC) ha variado la calificación de edad de la cinta pasando de "apta para todos los públicos" a PG, es decir, que los menores deben verla acompañados de un adulto porque puede ser "no apropiada".
La niñera mágica al parecer ha estado educando mal a los niños durante 60 años y ahora se dan cuenta de que el clásico de Disney podría estar repercutiendo negativamente. ¿Y dónde está el racismo en Mary Poppins? Pues según la BBFC en el personaje del almirante Boom, interpretado por Reginald Owen, el vecino de la familia Banks.
La palabra de la discordia es Hottentot, un término empleado en Europa para referirse a los negros africanos. La palabra es dicha en dos ocasiones por el almirante Boom: en la primera escena pregunta a los niños de la familia Banks "si vais a luchar contra los Hottentot". En la segunda escena en cuestión es por un comentario del almirante en una de las escenas icónicas de la película, el baile de los deshollinadores en los tejados. Al tener las caras ennegrecidas, el almirante exclama "estamos siendo atacados por los Hottentot".
De nada sirve que la película contenga un gran alegato en favor del sufragio femenino. La autora del libro, P.L. Travers, hizo el personaje de la señora Winifred Banks (Glynis Johns) como una activista en favor del voto femenino. Ni sus canciones o mensaje que tanto ha calado en varias generaciones desde el siglo pasado. A partir de ahora la niñera se ha convertido en peligrosa para los niños.