Las librerías ya contienen de por sí un halo de encanto para cualquier amante de la lectura, pero, concretamente, esta de China posee unas formas que la convierten en casi mágica. La librería Zhongshuge, en Chongqing, diseñada por el estudio de Shanghai X + living, posee una serie de escaleras, espejos y mobiliario peculiar que provocan un efecto de túneles y laberintos que evocan a la fantasía de un cuento. La iluminación también se suma a ese propósito.
Es uno de los establecimientos más visitados de la ciudad, como si de un monumento se tratase, más por su disposición que por los miles de volúmenes que la conforman. El juego óptico que propone se logra en sus tres niveles, ocupando una superficie de más de 3.300 metros cuadrados.
El lector se encontrará con una sala principal envolvente, rodeada de escaleras que lo conducen a las diferentes secciones de la librería. Gracias a los espejos cenitales, las estanterías se reflejan en el suelo y forman un túnel infinito que invita al lector a pasar a un lugar casi de ficción. Recuerda a las perspectivas propuestas en los cuadros de M.C. Escher. De camino, tendrá a su disposición cabinas de lectura fundidas en las propias estanterías.
La librería resulta más atractiva aún para los más pequeños, un aliciente más para que se suban al fascinante mundo de la lectura desde edades tempranas. Posee una sala exclusiva para ellos en la que destacan los colores y una decoración que simula el paisaje, los edificios y el transporte de Chongqing.
Este templo de los libros es una gran atracción a la que solo le falta la libertad para acceder a cualquier tipo de texto, ensayo o novela de la que carece China.