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Carmelo Jordá, el viajero de nunca acabar

El compañero de Liberad Digital presenta su libro Lugares generalmente distantes (Anaya Touring).

El compañero de Liberad Digital presenta su libro Lugares generalmente distantes (Anaya Touring).

José María Marco y Nuria Richart entrevistan al periodista Carmelo Jordá que nos presenta Lugares generalmente distantes (Anaya Touring), su primer libro.

Jordá es el viajero de nunca acabar. Confiesa, "he ido a muy pocos sitios que no me hayan gustado". Cuando vuelve de una de sus escapadas ya tiene en mente la siguiente. De hecho, es el doble viajero, el de la estadía, apreciando con todos los sentidos lo ajeno, y el viajero de digestión lenta. Cuando llega a casa descarga las cientos de fotografías en su Mac y entonces consolida las sensaciones de lo que le acaba de pasar en esos lugares generalmente distantes.

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El periodista de Libertad Digital nos explica que la selección de destinos ha sido casi espontánea, "había sitios que pujaban por salir, sitios que reclamaban su espacio". El libro se lee como una especie de novela protagonizada por un personaje bautizado como el viajero.

Visitamos Irlanda, Egipto, Jerusalén, "Israel un país que junta todo lo que no se podía juntar. De contrastes únicos. Fascinante", comenta el autor. También Nueva York, Roma, Berlín, Estambul y Madrid, una ciudad "que no apreciamos lo que vale", según Carmelo, "que cuanto más la pateo mas hermosa me parece". Llena de "rincones bellísimos de arquitectura antigua y moderna".

En el libro destacan, además, dos capítulos. Uno dedicado a la carretera secundaria, "algo así como la huella dactilar del paisaje y recorrerla es adentrarse en una verdad que es inaccesible en avión o incluso desde el tren", escribe. Carreteras que ha conducido sin copiloto ni pasajeros, porque para él "la mejor forma de viajar es sólo. Es menos divertido pero te metes en los sitios". Y otro titulado la mesa. Leemos:

"en el fondo de su corazón y de su glotonería prefiere locales algo más modestos, con raciones que garanticen la saciedad y materias primas expuestas con sencillez que ofrezcan sin reservas todo el sabor que naturalmente llevan dentro".

El viajero Jordá es un tipo agradecido, "para mí cualquier viaje, incluso el más modesto supone una gran aventura", dice, "me emociono, me pongo en el papel y enseguida estoy disfrutando".

Ser viajero significa buscar y querer atrapar "el alma de un país". Reflexiona sobre las maneras de viajar. "El viajero de hoy ya viaja con muchas imágenes de los sitios y de lo que deber ser el lugar de destino". Son miles los perfiles en redes sociales, por ejemplo en Instagram, que te prometen aterrizar en el paraíso terrenal. Jordá nos cuenta que él se "esfuerza mucho" por no predisponerse porque lo mismo esa imagen, que no es tuya, te "evite disfrutar de lo que encuentres'' porque "la parte más importante del viaje es lo que tú le pones". Viajar es "lo que pasa en ti cuando has encontrado algo" y eso, "lo que te provoca, es lo que te va a quedar dentro. Ese momento que tuviste en un mercado. La experiencia sincera de otra persona es lo que puede tener algún valor". concluye.

Con el libro de Carmelo se vuelve a disfrutar de la literatura de viajes con imágenes que te transportan al momento ése en que el que el lugar da al turista la recompensa inolvidable.

Dicen que el que permanece es el viaje a la infancia y el periodista recuerda que el primero que hizo fue a Valencia, su tierra, que su primera cámara se la compraron "con 13 años" y que la afición a la fotografía le vino de un tío suyo que pintaba, "pensé en la fotografía, como sustitutivo de la pintura".

Carmelo ha empezado por lugares distantes pero conoce mucho lo cercano, España. Un guía espléndido de catedral y de paisaje.

El compañero de Libertad Digital nos da un consejo: "Vivir con ánimo de viajero, con cierto nivel de consciencia para seguir descubriendo y disfrutar como si fueras un tío que acaba de llegar".

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