Sara Baras estrena este viernes 24 de enero su decimosegunda temporada en Madrid con Sombras, un espectáculo que arrancó el 28 de septiembre de 2017 en el Auditorio Baluarte de Pamplona y que llega al Teatro Nuevo Apolo de Madrid, tras ser visto por más de 200.000 personas. El hilo conductor: La Farruca, un palo (baile) que ha acompañado a la polifacética artista durante estos veinte años de trayectoria. Con él, ha cosechado innumerables éxitos y bajo su sombra se ha producido la evolución que la ha llevado a ser un referente del baile flamenco en todo el mundo. La bailaora se siente querida y muy agracedida por la acogida que están teniendo sus Sombras. "Gracias a la respuesta del público, podemos seguir soñando y haciendo soñar", ha afirmado durante la entrevista en el programa Kilómetro cero de esRadio.
Tradición y modernidad se dan la mano en este montaje en el que podemos disfrutar de un despliegue de recursos técnicos que propician un juego de baile, color, luces y sombras sobre el escenario.
La escenografía, firmada por el pintor garabatista malagueño Andrés Mérida, juega un papel importantísimo. "Aporta color y texturas", explica Sara Baras. "Sombras tiene un juego entre unas telas de dibujos hechos por él. Y utilizamos esos garabatos que parece que están vivos". "En cada obra, siempre intentamos añadir algo nuevo. Y, en este caso, poder bailarle a sus garabatos ha sido un regalazo".
La música se nutre de ritmos flamencos, pero también de cadencias de otras culturas. Está creada por Keko Baldomero, talentoso guitarrista gaditano que es también el director musical de la compañía, el Ballet Flamenco Sara Baras.
En colaboración con Ara Malikian
Por otra parte, han contado con la colaboración del reconocido violinista Ara Malikian. "Durante estos veinte años de compañía, ha colaborado muchas veces con nosotros. Y cuando hicimos Sombras, quisimos contar con él. Es otro regalo, que nos ha dado este espectáculo".
La calidad del montaje es el resultado del trabajo de todo el equipo, destaca Sara Baras. "Todo suma. Cuando hay una buena técnica, un buen equipo, se respeta el trabajo de cada uno, y se sabe donde tienes los pies, hay un cañonazo de energía bestial".
La artista gaditana afronta con muchos nervios pero también con mucha ilusión el estreno en Madrid, ha reconocido. "Estamos muy felices de poder entregar nuestra alma de esta manera".