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El muro de sonido de Hans Zimmer apabulla Madrid: Tina Guo, banderas de Ucrania y cambio para Venezuela

Zimmer apabulló con su muro de sonido cinematográfico a los asistentes del Wizink de Madrid.

Zimmer apabulló con su muro de sonido cinematográfico a los asistentes del Wizink de Madrid.
Tina Guo y Hans Zimmer. | Instagram

El espectáculo de Hans Zimmer llenó el Wizink Center de Madrid, y lo hizo con música de sus últimos títulos cinematográficos relevantes, crescendos imposibles y un despliegue de luz y sonido hipnótico de tres horas completas. Zimmer, revolucionario de la banda sonora devenido cabeza invisible de todo un ejército de músicos que siguen su estela, aterrizó en Madrid en medio de una gira mundial tan apabullante como su propias bandas sonoras.

El lleno en el recinto ya indica lo que Zimmer es, una verdadera estrella del rock muy distinta de ese concepto de director de orquesta al uso que todavía se asocia con la autoría de una banda sonora. Poco importa ya esa faceta de supervisor musical que ha uniformizado el panorama de la banda sonora. Zimmer es un tipo que se pasea jovial por el escenario ocupado por su banda, The Disruptive Colletive, que presume con gusto de Tina Guo, en sí misma una verdadera Wonder Woman, y que baja a tocar la guitarra eléctrica entre el público del estadio.

Con énfasis en los aspectos roqueros y con espectaculares remezclas, Zimmer no se complicó demasiado en la selección de temas: Dune, Origen, Piratas del Caribe, Gladiator, El Hombre de Acero, El Caballero Oscuro… Sorprendió, eso sí, la presencia del Anthem de Top Gun de su amigo Faltermeyer, una alteración del contenido del disco original que se comercializa en plataformas añadido en virtud del fenomenal éxito de la secuela de Tom Cruise.

Los fanáticos de Zimmer echamos de menos obras de sus primeras etapas, ni siquiera las de Berlín o Londres sino aquellas en las que revolucionó el panorama de las bandas sonoras USA con obras como El Poder de Uno, Marea Roja, Thelma y Louise, Spirit, La Roca y media docena de títulos más. Pero lo que hubo fue excelente.

Para muchos, Zimmer ha traído la miseria a la banda sonora de cine uniformizando estilo y contenido hacia ese muro de sonido que definió Jaime Altozano. La desaparición de Goldsmith o Barry y la inminente retirada de Williams no han dejado sustitutos de igual resonancia. Pero Zimmer es un músico dinámico y vivo, en sus cabales, altamente creativo y capaz de evolucionar, por mucho que esto último no se demuestre en el catálogo escogido.

Las interpretaciones de El Rey León, privilegiando el contenido vocal, y sobre todo la alucinante sección de Gladiator con una prodigiosa Lisa Gerrard permanecerán en la memoria del espectador del Wizink como un increíble hito difícil de olvidar. Que Man of Steel siga presente y Zimmer se reivindique como el nuevo músico de James Bond incluyendo No time to die en su catálogo no deja de resultar igualmente importante.

El concierto en Madrid, en el que Zimmer pidió el cambio en Venezuela y se agitó la bandera de Ucrania, se repetirá, si bien con otro repertorio y sin su presencia (sí la de su colaborador Gavin Greenaway) en poco más de un año y en el mismo lugar con The World of Hans Zimmer. A New Dimension. Allí estaremos algunos.

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