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Pedro Córdoba, bailaor: "En el extranjero se valora más el flamenco, en España hay mucho desconocimiento"

El Centro Cultural Flamenco de Madrid presenta su nueva temporada, con Pedro Córdoba y Lisi Sfair en el tablao y la moda de Belén de la Quintana.

El Centro Cultural Flamenco de Madrid presenta su nueva temporada, con Pedro Córdoba y Lisi Sfair en el tablao y la moda de Belén de la Quintana.
El bailaor Pedro Córdoba. | CC Flamenco Madrid

Madrid tiene duende. La capital de España es una ciudad muy flamenca, con su cante jondo, sus rumbas, tangos y bulerías. El flamenco es puro sentimiento, pura pasión, algo que emociona a cualquiera que lo escuche y, sobre todo, lo sienta.

Uno de los mejores sitios para disfrutar este arte es el Centro Cultural Flamenco de Madrid, en pleno barrio de Chueca (calle del Conde de Xiquena, 6), y además de una forma muy pura: sin interferencias, sin micrófonos, de una forma muy cercana entre el artista y el espectador, con muy pocos metros de distancia entre ellos. Puro arte, pura magia. Un sentimiento que incluso "hace llorar de emoción", como cuenta a Libertad Digital el bailaor Pedro Perico Córdoba, que dirige el Centro Cultural junto a su hermana, la bailaora Lisi Sfair —"la brasileña más flamenca del mundo", como la definen—, él la parte artística y ella la administrativa.

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La bailaora Lisi Sfair. | CC Flamenco Madrid

Maestro de la prestigiosa escuela Amor de Dios, este bailaor y coreógrafo ha trabajado con su propia compañía en los festivales de flamenco más importantes del mundo. Córdoba atiende durante unos minutos a este periódico, que esta semana tuvo la ocasión de asistir a la presentación de la nueva temporada del Centro Cultural Flamenco de Madrid, en un evento en el que igualmente se exhibió una pequeña muestra de la colección de la diseñadora Belén de la Quintana y al que también acudió Yolanda Gaviño, considerada una de las mejores bailarinas y coreógrafas del panorama nacional.

"El flamenco se valora muchísimo más en el extranjero que aquí en España", es la reflexión que Perico Córdoba comparte con LD. "Yo, por ejemplo, invito a algún amigo y cuando viene a ver el espectáculo me dice: ‘¡Qué maravilla, qué bonito! ¡Pero son todos extranjeros! ¿Cómo es que no hay más españoles viéndolo?’ Y yo le digo: ‘Claro, tú has venido porque yo te he invitado, de lo contrario tampoco habrías venido’", explica Córdoba, cuya premisa es ofrecer al público espectáculos de la máxima calidad.

A diferencia de otros tablaos o espacios flamencos de Madrid, en el Centro Cultural no se ofrece comida ni bebida durante las actuaciones, para así poder disfrutar de ellas sin distracciones, en una acústica diáfana sin microfonía. Un espacio íntimo, un teatro de 54 butacas, que conecta al espectador con el puro flamenco.

"La imagen que se tiene del flamenco", añade Perico Córdoba a este periódico, "es la del cantaor antiguo, una hora cantando él solo, y eso es para gente muy entendida. Hoy en día el flamenco ha evolucionado muchísimo dentro del propio flamenco, que no se ha mezclado con otras cosas. Hay gente que lo hace, sí pero el flamenco puro ha avanzado muchísimo y es un gran espectáculo para cualquiera que lo vea".

El bailaor catalán insiste en su idea de que "hay mucho desconocimiento del flamenco en España". "Hay mezcla de flamenco con hip hop, con funky… al final la gente cree que eso es el flamenco y no lo es. El flamenco es otra cosa mucho más ancestral y mucho más trascendente, más de interior, tiene mucha más cultura que lo que son las mezclas que se hacen hoy en día".


Además, Pedro Córdoba destaca la emoción que transmite el flamenco al espectador —"es maravilloso porque no sabes la de gente que viene al tablao y sale llorando porque se emociona de verdad", relata a Libertad Digital— y habla de la espontaneidad de este arte sobre el tablao. "Muy pocas músicas se pueden equiparar a lo que es el flamenco a la hora de la improvisación. Yo salgo aquí a bailar con cantaores y músicos con los que no he trabajado en mi vida y enseguida surge ese lenguaje. Surge un diálogo entre nosotros, surgen cosas maravillosas. Esa emoción que compartimos nosotros se transmite al público, que termina alucinado y preguntándose cómo es posible que estemos aquí improvisando. Pero es que es así", dice el bailaor, que deja un guiño futbolístico y enseña sin tapujos sus colores al comparar el arte flamenco con el fútbol.

"Soy del Real Madrid y catalán. Ahora que tenemos a Bellingham, la gente lo ve en el campo y se sorprende. ‘Hala, ¿cómo ha podido hacer eso?’ A veces son movimientos que no hemos visto nunca, cómo se ha compenetrado rápidamente con sus compañeros. Pues eso pasa también con los bailaores y bailaoras de flamenco, que aunque todos juguemos a lo mismo, cada uno tiene sus propias formas. Y aquí en este tablao, donde todos estamos tan cerca, los espectadores salen muchas veces llorando porque transmitimos un montón de emociones que no se esperaban", finalizó Córdoba en la entrevista a Libertad Digital tras presentar la nueva temporada del Centro Cultural Flamenco de Madrid en un acto que también contó con el baile de Lisi Sfair y la actuación estelar de Lucía La Piñona, además de Aarón Molina y Juañares Carrasco al cante y Antonio González a la guitarra.

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