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El Betis no puede festejar su ascenso en Tarragona

Los sevillanos se han visto sorprendidos por un equipo que se jugaba la vida.

El Nástic de Tarragona logró una trabajada victoria contra el Betis (3-1), ya ascendido a Primera, a la espera del recurso sobre una supuesta alineación indebida contra el Barça B, en el tramo final del partido, cuando dos tantos casi seguidos resolvieron el 1-1 que persistía en el minuto 82 y con el conjunto andaluz con nueve jugadores. El encuentro estuvo igualado pero los locales, con picardía, supieron decantarlo hacia su lado, aferrándose de esta forma a la permanencia, en su lucha de forma directa con el Salamanca.

El Betis se vio desbordado en el último tramo del choque y no supo derribar la muralla defensiva de los hombres de Oliva. En uno de los fallos defensivos del Betis llegó el gol para el Nástic. Corría el minuto veinticuatro cuando Eloy recuperaba el balón en su propia área y se fue por el centro sorteando jugadores del Betis para ceder a Tuni, en la banda izquierda. El mallorquín la puso al vértice del área pequeña donde Roversio, sin querer, desviaba hacia su propia portería (1-0).

El Betis apretaba los dientes, pero no podía. Esa fue la dinámica hasta el descanso. Después, el Nástic tuvo la oportunidad de sentenciar el encuentro, tras una jugada de Powel, que se fue perfectamente de Beleguer tras un pase en profundidad. El disparo del holandés se fue desviado por poco.

Ante tal situación, Mel tiró de artillería, poniendo sobre el césped a Ezquiel y Emaná. Y poco tardó en dar sus frutos. Así, una conexión Emaná-Ezequiel-Salva Sevilla acabó con el balón en los pies de Rubén Castro, que marcó el empate (1-1). Fútbol de tiralíneas que abría un nuevo panorama. De hecho Emaná pudo marcar el segundo dos minutos después del empate.

Pero Oliva también movió el banquillo y el Nastic se rehizo, a pesar de que el Betis llegaba cada vez con más peligro. La expulsión de Belenguer a quince del final fue determinante y puso en un puño el corazón de los verdiblancos. Peor aún cinco minutos después, tras un penalti que cometía Roversio sobre Bergantiños que señalaba el colegiado y que suponía la expulsión del central del Betis.

Powel no falló desde los once metros (2-1) y daba aire a los locales en su lucha por la permanencia. Con el Betis totalmente hundido, Virgili ponía la puntilla marcando el tanto definitivo 3-1, informa EFE.

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