Aficionados y especialistas en baloncesto de China lamentan la retirada de Yao Ming, pívot de los Houston Rockets de la NBA, señalando que el país tardará mucho tiempo en tener una estrella deportiva de su calibre internacional.
"Nos costará cincuenta años tener otro atleta como Yao Ming", ha dicho en declaraciones a la agencia oficial Xinhua el agente deportivo Xia Song, quien colaboró en la llegada a la NBA de los primeros jugadores chinos, Wang Zhizhi y Mengke Bateer. Xia apunta que quizá la tenista Na Li, actual campeona de Roland Garros, podría acercarse un poco a la fama internacional de Yao, ya que ambos combinan calidad con personalidad, pero destaca que el tenis, como deporte individual, no es tan popular mundialmente como el baloncesto y otras disciplinas de equipo.
Según dice, el secreto de la fama de Yao y Li no es sólo el éxito deportivo, sino que los dos han mostrado gran sentido del humor y soltura al hablar en inglés con la prensa, "en fuerte contraste con la rigidez en el semblante de muchos campeones olímpicos chinos".
Xia se queja también de que el sistema deportivo chino, demasiado centrado en seleccionar y entrenar a atletas para los Juegos Olímpicos, dificulta la llegada de "nuevos Yao Ming" al estrellato mundial. "Los deportes han de ser para todos, no un privilegio para una elite con el fin de generar medallas. Sólo con una base sólida y la implicación de la gente podemos tener un nuevo Yao Ming, o varios", opina.
"China necesita un nuevo icono que sea menos político, más cultural", señala por su parte Su Qun, otro especialista chino en la NBA citado por Xinhua.
La agencia oficial destaca que con la retirada de Yao, anunciada este miércoles por el propio jugador en la ciudad de Shanghai, se va un mito que ayudó a que la NBA se popularizara en China. No obstante, también destaca que las ausencias también cayeron en China en los dos últimos años, coincidiendo con las reiteradas ausencias del jugador debido a las lesions en el pie izquierdo, donde tiene insertados 26 clavos.
Yao ha sido dos veces portada de la revista estadounidense Time, que le incluyó otras en otras dos ocasiones en su lista anual de las 100 personas más influyentes del mundo.