El portugués Jorge Mendes, representante de sus compatriotas José Mourinho, Cristiano Ronaldo, Fabio Coentrao, Pepe y otras estrellas del fútbol mundial, está siendo investigado por la FIFA. El máximo organismo del fútbol mundial sospecha que pudo usar sus influencias en Atlético de Madrid, Sporting de Lisboa y Besiktas para favorecer traspasos de jugadores pertenecientes a un fondo de inversión del que es asesor externo junto a Peter Kenyon, exdirectivo del Chelsea y del Manchester United.
De confirmarse esta irregularidad, Mendes sería inhabilitado y los clubes participantes, entre ellos el Atlético, se enfrentarían a la prohibición de fichar jugadores durante un período por determinar.
Según revela el diario El País citando a la agencia Bloomberg, este fondo estaría radicado en paraísos fiscales de la isla de Jersey.
Sus gestores prometen un beneficio mínimo del diez por ciento a los futuros clientes que inviertan más de un millón de euros. Para lograrlo, el fondo les otorga la participación en los derechos deportivos de jóvenes futbolistas de entre 18 y 23 años que, garantizan, serán objeto de futuros y jugosos traspasos.
Para conseguir que estos futbolistas sean fichados y, por lo tanto, generen estos dividendos, el fondo de inversión afirmaba tener influencia en poderosos clubes europeos como el Atlético de Madrid, el Sporting de Lisboa o el Besiktas turco, según El País.
Sería aquí dónde entrarían las figuras de Mendes y Kenyon. Ambos se encargarían de convencer a los clubes anteriormente mencionados para que fichasen a los futbolista propiedad de este fondo de inversión. Logrados estos traspasos, una parte de lo desembolsado por los clubes compradores iría a parar al fondo de inversión y, por lo tanto, a los inversores que forman parte de la sociedad.
Esta investigación de la FIFA llama la atención en España por cuanto, en los últimos meses, el Atlético de Madrid ha protagonizado extraños movimientos como el fichaje de Julio Alves, que fue adquirido por 2,5 millones de euros y cedido más tarde al Besiktas, o Rubén Micael, incluido en la operación para fichar a Radamel Falcao y cedido al Zaragoza.
En caso de que la FIFA demostrase que estas irregularidades existen, el organismo podría castigar duramente a todas las partes implicadas. Lo más preocupante para el Atlético de Madrid sería recibir como castigo la prohibición para fichar jugadores durante un determinado periodo de tiempo. Mendes también podría quedar inhabilitado y los jugadores afectados, perder la licencia para jugar.