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NUEVO FRACASO EN LAS NEGOCIACIONES

La NBA cancela las dos primeras semanas de la temporada regular

El enésimo fracaso en la negociación entre jugadores y franquicias ha obligado a suprimir los 82 partidos programados del 1 al 14 de noviembre.

El comisionado de la NBA, David Stern, era el encargado de dar la cara ante los medios de comunicación tras la última reunión, de siete horas de duración, que han mantenido los representantes del sindicato de jugadores y los propietarios de los clubes en un hotel de Nueva York. Con semblante serio, Stern confirmaba la mala noticia: "Ambas partes están muy separadas en casi todos los asuntos claves. Simplemente hay un mar que nos separa (...) Nunca pensé que podríamos llegar a la situación de 1998/99, pero ahora ya no es posible disputar los 82 partidos de la temporada regular".

Por el momento se desconoce cuándo los jugadores y los propietarios de las franquicias retomarán las reuniones. Mientras, algunas fuentes cercanas a la negociación cifran en unos 185 millones de dólares lo que los jugadores van a dejar de ingresar.

Derek Fisher, base de Los Angeles Lakers y presidente del sindicato de jugadores, ha querido dejar claro que "esto es un cierre patronal, no una huelga". "Considero que hemos ido más allá de lo razonable en nuestras propuestas. Obviamente esto no es bueno para nadie. Es lo que anticipamos que iba a suceder, y aquí estamos. No se trata de un montón de dólares para los jugadores, se trata del sistema bajo el que funcionamos", ha dicho Fisher.

Esta situación de cierre patronal, que se prolonga desde el pasado 1 de julio, se debe básicamente a cuestiones económicas. Los clubes sostienen que tuvieron pérdidas de 300 millones de dólares la pasada temporada y consideran que los jugadores deben ingresar bastante menos del 57 por ciento que percibían sobre el total de ingresos de la NBA. Los jugadores no estaban dispuestos a bajar del 53 por ciento, aunque ha trascendido que se llegó a negociar sobre la base de un reparto del 50%.

Además, el éxodo de las grandes estrellas a los equipos más importantes de la NBA –la marcha de LeBron James de los Cleveland Cavaliers a Miami Heat o de Kevin Garnett de los Minnesota Timberwolves a los Boston Celtics, por citar sólo algunos ejemplos– ha sido otro de los motivos por los que los equipos con menos poder económico se han negado a seguir con un sistema que les es completamente perjudicial.

Ante esta situación de lockout, jugadores como Rudy Fernández (Dallas Mavericks) o Tony Parker (San Antonio Spurs) han decidido hacer las maletas y probar fortuna en el Real Madrid y el Asvel Villeurbanne francés, respectivamente, aunque podrán volver a la liga estadounidense en cuanto acabe el cierre patronal. Además, Kobe Bryant (Los Angeles Lakers) quiere jugar en Italia y al alemán Dirk Nowitzki, ganador del anillo con los Mavericks, se le ha vinculado con el Madrid, mientras los hermanos Pau y Marc Gasol y José Manuel Calderón se encuentran estos días entrenando con el Regal Barcelona.

La última vez que se produjo una situación de lockout similar a la actual fue en la temporada 1998/99. Entonces la temporada regular arrancó un 6 de enero y quedó reducida a 50 partidos cada equipo. Aquel año los campeones fueron los San Antonio Spurs.

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