El Real Madrid ha logrado una importante victoria esta noche ante el Athletic de Bilbao en el Santiago Bernabéu. Importante ya no sólo por los tres puntos sumados, que le permiten terminar la primera vuelta con cinco puntos sobre su inmediato perseguidor, el Barcelona, sino porque todo lo que no hubiera sido ganar hubiera supuesto un mazazo en un equipo que llegaba muy tocado.
Porque regresaba a su estadio el conjunto blanco después de unos días muy complicados. A la derrota ante el Barcelona el pasado miércoles, que aún escuece, se unió primero la polémica con Pepe y en las últimas horas el supuesto enfrentamiento de Sergio Ramos con Mourinho, que se ha filtrado a la prensa.
Quizá por eso, quizá por la necesidad imperiosa de ganar, el conjunto blanco salió desdibujado al terreno de juego. Situación que aprovechó el Athletic para controlar el partido. Fruto de ese dominio llegó el primer tanto del encuentro, obra de Fernando Llorente tras gran asistencia de Javi Martínez.
Pudo marcar algún gol más el conjunto de Bielsa, sobre todo en una acción en la que De Marcos no supo introducir el balón en una portería vacía. Y entonces apareció la genialidad del Real Madrid. Marcelo y Benzema tiraron una pared perfecta, y el brasileño estableció la igualada.
A partir de ese tanto el partido entro en una fase de descontrol, en la que ninguno de los dos conjuntos conseguía adueñarse del esférico, y en la que hubo ocasiones de todos los colores para ambos. Sin embargo, el marcador no se movió, y los jugadores se marcharon a los vestuarios con el empate a uno.
El segundo acto cambió el guión por completo. Sólo hubo un equipo, el Real Madrid. Que a base de casta y de la magia de Özil y Kaká desactivó el Athetic, que terminó fundido. Claro que a ello ayudó que en la primera acción de la reanudación los blancos lograron el segundo tanto. Fue gracias a un penalti muy claro de Iturraspe sobre Kaká, que Cristiano Ronaldo transformó con toda la tranquilidad del mundo.
Trató de reaccionar el Athletic, pero poco pudo hacer ante el vendaval que se le venía encima. Pese a los cambios introducidos por Bielsa, el Real Madrid dominaba el partido por completo, y que llegara el tercero sólo era cuestión de tiempo. Lo hizo en el minuto 66 de nuevo Cristiano Ronaldo, y de nuevo desde el punto de penalti. El portugués lograba de ese modo terminar la primera vuelta con 23 goles, nuevo récord en el fútbol español.
En el tercer tanto, además, De Marcos, uno de los mejores futbolistas españoles del momento, vio la tarjeta roja, con lo que el partido quedó finiquitado. Fue el momento de los cambios de Mourinho, de las ovaciones a Granero –sorprendente titular– o a Kaká, y del gol del que se está convirtiendo en un clásico ya, Callejón, que cerró la goleada en el minuto 85 con un precioso tanto tras magnífica asistencia de Higuaín.
El público, que hoy sí se divirtió, terminó coreando el grito de ‘así gana el Madrid’ en los últimos minutos. Porque hoy el Real Madrid sí dio motivos para sentirse orgulloso. Toca repetir el miércoles en el Camp Nou. Se gane o se pierda.
Real Madrid, 4: Casillas; Arbeloa, Ramos, Varane, Marcelo; Granero (Lass, m.73), Xabi, Özil; Kaká (Callejón, m.78), Cristiano y Benzema (Higuaín, m.67)
Athletic, 1: Iraizoz; Iraola, Javi Martinez, San Jose, Amorebieta (Ibai, m.61); Iturraspe, Herrera, De Marcos; Susaeta (Iñigo Pérez, m.67), Llorente (Toquero, m.61) y Muniain.
Árbitro: Mateu Lahoz (Colegio valenciano). Expulsó a De Marcos (m.67). Además, mostró tarjeta amarilla a Cristiano Ronaldo (m.29) y Sergio Ramos (m.56)
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de Liga, que fue aplazada en su día por la huelga del sindicato de futbolistas, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 75.000 espectadores