A Nico Almagro se le ve ilusionado y feliz, pero sobre todo en calma. Refleja el murciano esa sensación después de colocarse en cuartos de final de Roland Garros sin haber cedido un solo set en todo el torneo. En su último encuentro, el pasado lunes, se impuso al serbio Janko Tipsarevic, por un triple 6-4 en dos horas y 13 minutos, haciendo gala de una formidable derecha cruzada.
Pero ahora tiene un hueso mucho más duro de roer como es Rafa Nadal, que también llega al duelo fratricida de cuartos de final sin haber perdido un solo set.
Almagro no se cansa de recordar que está aquí por méritos propios y también porque su juego exterior proviene de una planificación de equipo. Mantiene que las rutinas que le han hecho un gran jugador provienen de su anterior técnico José Perlas, pero también que ahora tiene un ángel de la guarda: Juan Carlos Ferrero.
Del excampeón de 2003 y exnúmero uno del mundo, con quien habla a menudo, el tenista murciano parece haber extraído las máximas para lograr las semifinales. Aunque para ello debe doblegar por primera vez a Nadal, después de haber perdido contra él en siete ocasiones y sólo disponer de un punto de partido, en París-Bercy. Se mide Nico al "hombre de tierra", como él mismo le bautizó el pasado lunes tras ganar el duelo a Tipsarevic.
Después de la exhibición de Nadal frente al argentino Juan Mónaco (6-2, 6-0 y 6-0 en una hora y 46 minutos), es normal que Nico sea prudente, especialmente después de ver cómo Rafa le endosaba 17 juegos seguidos a su mejor amigo en el circuito. En 2008 y 2010, Almagro lo intentó sin éxito en esta misma ronda contra Nadal. Pero Nico ha advertido que si Rafa es fuerte, él también lo es dos años después.
Ferrer, ante Drama Queen
También este miércoles, David Ferrer quiere alcanzar las semifinales de Roland Garros por tercera vez en su carrera (las jugó en 2005 y 2008, y en ambas perdió contra Nadal), aunque para ello deberá ganar a la cuarta raqueta del mundo, el escocés Andy Murray. No quiere aventurar nada Ferru, sexto del planeta, para la jornada del sábado, la de las semifinales masculinas. Es más prefiere mantenerse en la sombra porque "lo he estado siempre".
Ayudado por su entrenador de siempre, Javier Piles, y con los consejos del capitán español de Copa Davis, Alex Corretja, extécnico de Murray, Ferrer prepara este duelo sabiendo que tiene ya 30 años y que le quedan pocas oportunidades de alcanzar rondas similares a las que aspira en esta edición.
Murray desplegó todo su tenis e impartió una soberbia lección en la pista central Philippe Chatrier para vencer al francés Richard Gasquet por 1-6, 6-4, 6-1 y 6-2. El británico ha llegado a los cuartos de los últimos seis Grand Slams que ha disputado, pero en París se toca la espalda de vez en cuando arrastrando una lesión que puso en peligro su continuidad, ya en la segunda ronda contra el finlandés Jarkko Nieminen.
Los periódicos británicos no han dudado en bautizarle como Drama Queen sobre todo después de su excepcional despliegue contra Gasquet. En la central volvió a entrenarse este martes con normalidad, poniendo especial énfasis en las voleas y los remates, quizás porque sabe que debe desgastarse lo menos posible contra Ferrer, fresco tras dejarse solamente 25 juegos en su camino.
El cara a cara refleja un balance de 5-4 para Murray, pero un 3-0 para Ferrer en los duelos entre ambos en tierra: en Madrid y Roma en 2010 y en Barcelona este año.