Había mucho temor a los actos racistas tanto en Polonia como sobre todo en Ucrania durante la Eurocopa que ahí se va a disputar, y a las primeras de cambio se ha visto que había razones para ello.
Durante el entrenamiento de la selección holandesa en Cracovia, previo al encuentro que este sábado disputarán ante Dinamarca, jugadores como De Jong o Van der Wiel tuvieron que soportar gritos y cánticos racistas de algunos de los aficionados que se habían desplazado hasta el estadio Miejski para presenciar el entrenamiento.
Los jugadores holandeses se quedaron sin saber cómo reaccionar; si abandonar el terreno de juego o continuar como si nada. Al final, se desplazaron hasta un lugar donde no había aficionados. Al finalizar el entrenamiento, el capitán Van Bommel leyó un comunicado oficial en el que aseguraba que era "una desgracia encontrarse con esto, especialmente cuando acabamos de volver de Auschwitz (donde estuvieron los holandeses el pasado miércoles, coincidiendo con la selección italiana). Si esto sucede hablaremos con el árbitro y nos retiraremos"
Collina les apoya
Pierluigi Collina, exárbitro internacional y actual miembro del Comité de Árbitros, ya advirtió de que no iba a tolerar ningún comportamiento racista, y que los árbitros tenían potestad para suspender un partido si se escuchaban cánticos, abucheos o mofas racistas durante el mismo. A tenor de lo visto durante un entrenamiento, no sería descabellado.