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Lorbek revienta el Palacio

El Barça resucita tras verse contra las cuerdas y se jugará el título en su casa tras ganar (75-81) a un Real Madrid que nunca se sintió cómodo.

El Barça resucita tras verse contra las cuerdas y se jugará el título en su casa tras ganar (75-81) a un Real Madrid que nunca se sintió cómodo.

Muchos habían dado al Barcelona por muerto antes de este cuarto encuentro. Error. Porque se olvidaron de que se trata de un equipo que viene de ganar dos Ligas, una Euroliga, dos Copas del Rey y tres Supercopas de España en las últimas tres temporadas. Apareció en esta ocasión ese equipo y no el de los tres encuentros que se llevan disputados de la final. Con una gran defensa que impidió al Madrid jugar como más le gusta, los culés asestaron un golpe mortal en el Palacio de los Deportes que les permitirá jugarse la Liga en casa (75-81).

Aunque, claro, todo es más fácil cuando uno tiene a Erazem Lorbek en su equipo. El mejor cuatro de Europa sin discusión se pasó todo el partido dominando los tableros y anotando, ya sea desde dentro como desde fuera, sin que Pablo Laso encontrara nunca un antídoto para detenerle. Al final, sus 24 puntos y cinco rebotes resultaron demoledores.

El Palacio esperaba una fiesta

El ambiente que se respiraba en el pabellón blanco desde una hora antes de comenzar el partido era espectacular. La afición madridista se había vestido de gala para continuar con la fiesta comenzada el lunes y celebrar una Liga cinco años después. Pero bien pronto quedó demostrado que la historia no iba a tener nada que ver con lo vivido dos días antes.

El Barcelona salió con una intensidad desconocida desde que comenzara la final. Xavi Pascual dejó claro que iba a llevar el partido al terreno físico, impidiendo en todo momento que el Madrid se sintiera cómodo sobre la pista. Los de Laso nunca pudieron correr y basaron su juego en el acierto desde la pintura, aprovechando la baja de N'Dong por lesión y las dos tempraneras faltas de Fran Vázquez. Pero no fue más que un espejismo, pues ya no volvieron a aprovechar la superioridad bajo los tableros.

Con todo, se llegó al primer descanso con un 15-17 en el marcador. Pero bien pronto la ventaja azulgrana se amplió de la mano de CJ Wallace, quien probablemente ha vivido su mejor encuentro desde que desembarcara en Barcelona el pasado verano. Con 14 puntos y 17 de valoración en sólo el segundo cuarto, encabezó un parcial de 0-10 que permitió al Barça enfilar los vestuarios cinco puntos arriba (34-39).

Al pívot de Atlanta le acompañaron un colosal Erazem Lorbek y un muy enchufado Pete Mickeal. El alero estadounidense se tomó el partido como una revancha –aunque en las palabras posteriores al encuentro asegurara que en ningún momento pensó en la polémica jugada del choque anterior– y llevó a cabo una actuación impecable, muy a pesar de la afición madridista, que no paró de silbarle durante todo el encuentro.

Precisamente un triple de Mickeal mediado el tercer cuarto estableció la mayor ventaja hasta el momento para los azulgranas, nueve puntos. Aunque el Madrid lo intentó, ya nunca pudo volver a plantarle cara al partido. Sobre todo porque Lorbek destrozaba con un triple cualquier atisbo de reacción de los blancos.

Sólo en los últimos compases la casta de Felipe Reyes –por decirlo de alguna manera– y una buena acción de Llull hicieron soñar al Palacio de los Deportes con la remontada, pero de nuevo Lorbek se encargó de devolver a los blancos a la realidad con un canastón que sentenció el partido.

Ya en la zona mixta, los jugadores del Barcelona celebraron la victoria con la importancia que merece. No han ganado nada, pero han conseguido salvar un match ball, recuperarse de una derrota muy dolorosa y llevar el partido decisivo de la final a su casa.

Ahí, el Real Madrid deberá realizar una gesta que, a tenor de lo que dicta la historia, no es imposible. No en vano, dos de sus tres últimas ligas han sido ganadas en Barcelona, igual que la Copa del Rey del pasado febrero. Pero si Pete Mickeal, el más valorado con 22 puntos, y sobre todo Erazem Lorbek están al nivel exhibido esta noche, será muy, muy complicado.
 

Ficha técnica

Real Madrid, 75 (15+19+21+20): Tomic (12), Suárez, Velickovic (7), Singler (11) y Llull (12) –cinco inicial–; Pocius, Reyes (6), Mirotic (14), Rodríguez (9), Begic y Carroll (4)
Barcelona Regal, 81 (17+22+23+19): Marcelinho (15), Navarro (12), Vázquez, Lorbek (24) y Mickeal (13) –cinco inicial–; Sada, Wallace (16), Ingles (1), Rabaseda y Eidson

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Antonio Conde y Benjamin Jiménez. Sin eliminados
Incidencias: Cuarto partido de la final por el título de la Liga ACB disputado en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid ante 13.248 espectadores. El marcador de la eliminatoria es 2-2. El quinto y definitivo partido se disputará el sábado en el Palau a las 19:00 horas

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