Los tres últimos días han desatado la psicosis en Londres por el temor a atentados durante los Juegos Olímpicos, a 20 días de que éstos den comienzo. Trece sospechosos han sido detenidos en dos operaciones distintas, además del pánico creado por una falsa alarma en un autobús con 48 pasajeros en una autopista.
La Policía confirmó que los siete detenidos ayer, al igual que los anunciados el jueves, fueron interrogados bajo la sospecha de la comisión, preparación e instigación de actos terroristas, vinculados además a grupos de extremistas islámicos.
La nueva oleada de arrestos se produjeron a partir del hallazgo de diversas armas de fuego en un automóvil detenido el pasado 30 de junio en South Yorkshire (norte de Inglaterra), en un control de carretera, lo que llevó a la policía a "a tomar medidas para localizar y arrestar a su conductor, un pasajero y otros sospechosos".
Pánico para los Juegos Olímpicos
A pesar de que Scotland Yard se ha afanado en asegurar que ninguna de estas detenciones esta relacionada con los Juegos Olímpicos, la psicosis a que se puedan producir atentados durante los mismos crece día a día. Más cuando se conoció que varios de los detenidos entre el jueves y el viernes eran expolicías o ex guardias de seguridad convertidos al islamismo, informa El Mundo.
Además, uno de ellos se hallaba a sólo un kilómetro y medio del estadio olímpico. Y es que las detenciones se llevaron a cabo mediante una aparatosa operación justo en Stratfod, el barrio olímpico que ha sido tomado por las fuerzas de seguridad a falta de tres semanas para los Juegos.
Ante la situación, los servicios de Inteligencia (MI5) han multiplicado sus esfuerzos para extremar la vigilancia de los grupos extremistas en la antesala de los Juegos Olímpicos, y la alerta antiterrorista ha pasado a "sustancial", sólo por debajo de dos niveles, "amenaza severa" (o muy posible) y "amenaza crítica" (riesgo de ataque inminente).