La del base del Dolomiti Energia Trento Aaron Craft es una de las personalidades más peculiares del baloncesto europeo actual. El jugador estadounidense, que pasa por ser uno de los grandes referentes del club transalpino, es actualmente el mejor pasador de la Eurocup, promediando 8 asistencias por encuentro, así como el segundo máximo recuperador de balones de la segunda competición europea en importancia, con 2'75 por choque. Igualmente, en la Lega italiana también lidera la clasificación de robos con 2'7 de promedio. Cabría decirse, por tanto, que el producto de la prestigiosa Universidad de Ohio State está, a sus 28 años, en uno de los mejores momentos de su carrera. Y sin embargo, ésta tiene una fecha de caducidad prácticamente inminente. Cuestión de unos meses.
Y es que Craft anunció hace algunas fechas que sus planes de futuro no pasan por el baloncesto. El base nacido en Findlay (Ohio) el 12 de febrero de 1991 superó este verano los exámenes de acceso a la carrera de Medicina en su antigua universidad, en la que ya se licenció en Nutrición en 2014, al tiempo que se convertía en uno de los mejores jugadores de la historia de su alma máter. Ahora, seguramente en el punto más álgido de una sólida carrera en el Viejo Continente que le ha llevado por Hungría, Francia o Montenegro además de Italia, tiene claro que está jugando sus últimos partidos como profesional antes de volver a las aulas.
Cabe destacar que Aaron Craft es un jugador de fuertes valores morales. Cristiano confeso, pertenece a 'Atletas en Acción', una asociacioportiva internacional que busca el crecimiento integral de deportistas, entrenadores y otras personas del mundo del deporte inspirándoles a través de los valores y el estilo de vida de Jesucristo. De hecho, el base suele definirse a sí mismo como "un cristiano deportista, y no un deportista cristiano". Asimismo, Craft suele llevar escrito en sus zapatillas su versículo favorito de la Biblia, Romanos 5:8: "Mas Dios muestra su amor hacia nosotros, pues aun siendo pecadores, Cristo murió por nosotros".
No cabe duda de que, pese a haber sido un factor importante en su desarrollo profesional durante casi una década, el baloncesto no es una prioridad vital para Aaron Craft, que este curso juega por segunda vez en el Trento, donde ya estuvo en la campaña 2016/17. Sus creencias religiosas y, ahora, sus estudios para convertirse en médico, han pesado más para el de Ohio que la pelota naranja.