Las obras del nuevo Santiago Bernabéu siguen adelante con el objetivo de acabar en verano de 2022, fecha prevista para terminar un proyecto enorme y que, poco a poco, va cogiendo forma. Pues este proyecto no solo albergará los partidos de fútbol del Real Madrid. Está pensado para acoger conciertos, festivales, etc. Pero se le ha abierto la puerta también al Real Madrid de baloncesto, que podría cambiar el WiZink Center por el nuevo coliseo blanco.
Cientos de operarios trabajan incansablemente para que el nuevo Bernabéu esté listo dentro de un año, el objetivo marcado tanto por el equipo como por la constructora que lleva a cabo las obras. Tanto Florentino Pérez como la junta directiva quieren que la ocupación deportiva y de espectáculos sea mucho mayor y que ronde los 300 días al año, por los 35 en los que se ocupaba antes del comienzo de las obras.
Aprovechando la posibilidad de cambiar los escenarios que tendrá el nuevo estadio madridista, el recinto se va a poder parcelar y uno de los objetivos para hacerlo así es para que se convierta en la casa del baloncesto blanco.
Desde un principio, la idea del Real Madrid con este movimiento es sacar la máxima rentabilidad posible al nuevo estadio, al igual que en Estados Unidos, donde los estadios de los equipos se usan para multitud de actividades (Madison Square Garden, Staples Center). Y para ello necesita ir más allá de los partidos del primer equipo de la sección de fútbol. Un modelo que también podría albergar partidos de fútbol americano, hielo para hockey o una tarima para conciertos o espectáculos de todo tipo.