El Real Madrid ha vuelto a la senda de la victoria en la fase regular de la Euroliga 2022/23 después de imponerse con mucho trabajo (64-68) al Bayern de Múnich alemán, que peleó por el triunfo hasta el último suspiro.
El diez veces campeón de Europa tuvo que sudar su noveno éxito en la máxima competición continental y olvidar el último revés en casa ante el AS Mónaco tras un encuentro muy disputado, sobre todo en una segunda parte donde el acierto en los dos lados desapareció (25-26). Ahí, el equipo madrileño se manejó mejor, aunque una complicación final que le dio un buen susto.
Pese al buen inicio de partido que tuvo el conjunto madridista en el Audi Dome, no pudo controlar a un rival que sobrevivió gracias a su gran acierto desde la línea de tres. William-Goss y Tavares fueron las armas en ataque de los de Chus Mateo, sobre todo el caboverdiano que con su cuarta canasta mantenía por delante a los suyos (9-13).
Sin embargo, ya en ese momento, el Bayern afinaba su muñeca exterior, liderado por un Othello Hunter, sorprendente en este faceta. El equipo alemán sumaba de tres en tres y eso le permitió coger el mando en cuanto los visitantes bajaron en ataque. Al final de los diez primeros minutos el marcador reflejaba mucha igualdad (22-21) y el Bayern continuó con la misma 'medicina' para abrir la primera brecha a su favor. De la mano del tercer triple de Hunter y un enorme mate pese a la presencia de Tavares, los de Andrea Trinchieri amagaron con escaparse (34-27).
El Real Madrid, con demasiadas pérdidas y sin la mejor versión de Musa, no perdió los nervios y fue capaz de encontrar una réplica demoledora, ayudado por la bajada de efectividad local. Impulsado por los triples de Hezonja y Llull firmó un 2-15 de parcial para volver a mandar, aunque el Bayern aguantó el arreón al descanso (39-42).
El guión varió tras el paso por los vestuarios y las canastas empezaron a valer su peso en oro. El equipo de Chus Mateo empezó mejor y al menos pudo anotar desde la línea de tiros libres para abrir de nuevo brecha (39-47), pero una vez más, el triple dio vida a su rival. Hunter y Walden lo apretaron todo, pero la réplica de Hezonja mantuvo por delante a los suyos de cara a los diez minutos finales (50-54).
Una vez más pareció que el Real Madrid rompería el choque, pero le faltó continuidad en ataque. Una técnica que le costó la eliminación a Poirier provocó que los locales se pusieran por delante, por poco tiempo porque Llull devolvió el mando de nuevo desde el triple (57-59).
A partir de ahí, las defensas apretaron para llevar el duelo a un final igualado. Yabusele dio mucho oxígeno, pero más otro triple del base de Mahón. Con 58-66, el partido parecía controlado para los de Mateo, pero una antideportiva a Abalde y una técnica por no dejar sacar a Musa le dieron una bala más al Bayern, al que se le agotaron entonces los triples.