L D (EFE) Safin fue una máquina perfecta de jugar. Con un servicio insuperable, una derecha letal y la ventaja de conocer a Ferrero de tiempos pasados, ya que ambos compartían entrenamientos, el ruso pudo incluso lograr un resultado de escándalo, ya que ganaba por 6-4 y 5-0 cuando sólo se habían disputado 50 minutos de partido.
Ferrero aguantó mientras su primer saque funcionaba. El valenciano jugó un buen tenis en el primer set, pero en la primera ventaja que cedió a Safin sobre su saque, el moscovita la aprovechó y firmó el primer set (6-4) en 35 minutos. Después se vio al mejor Safin. Su recordó al del jugador que se encumbró en el escalafón mundial en noviembre de 2000 y con un tenis sin fallo encadenó cinco juegos consecutivos sin que Ferrero tuviera opción alguna. Tanto es así, que en los primeros cuatro juegos de la segunda manga, Safin rompió dos veces el saque del rival y Ferrero sólo pudo sumar un punto. Con el 5-0, Safin tuvo una pelota de partido, pero una leve reacción del español le permitió acercarse hasta el 5-3. Ahí acabó todo, porque el ruso solventó con dos saques directos el partido en apenas una hora y siete minutos.
Por su parte, Carlos Moyá necesitó sólo una hora y 24 minutos de juego para alzarse con el triunfo ante Agustín Calleri, aunque antes tuvo que salvar una bola de set en la primer manga. En ese parcial inicial, ambos tenistas se mostraron intratables con su saque, aunque Calleri tuvo un oportunidad de romper el de su adversario cuando dominaba por 6-5 y 30-40. Sin embargo, el mallorquín supo mantener su servicio y forzar el desempate, el cual se llevó en un suspiro (7-2).
A partir de entonces, Moyá empezó a jugar con mayor confianza y Calleri quedó con la moral tocada por la oportunidad perdida. El español empezó a mover a su oponente de un lado a otro de la pista, justo lo que no le gusta al argentino, un peso pesado del circuito que prefiere llevar la iniciativa del juego. Una ruptura de Carlos Moyá puso al mallorquín 3-1 por delante. En el juego siguiente, Calleri recuperó el break, pero Moyá se lo devolvió inmediatamente, colocándose 4-2 en el marcador. Ahí acabó todo. El español se creció a un más, ganó su servicio con comodidad y Calleri perdió el suyo una vez más, esta vez, con un lastimosa doble falta que supuso el definitivo 6-2.
Ferrero aguantó mientras su primer saque funcionaba. El valenciano jugó un buen tenis en el primer set, pero en la primera ventaja que cedió a Safin sobre su saque, el moscovita la aprovechó y firmó el primer set (6-4) en 35 minutos. Después se vio al mejor Safin. Su recordó al del jugador que se encumbró en el escalafón mundial en noviembre de 2000 y con un tenis sin fallo encadenó cinco juegos consecutivos sin que Ferrero tuviera opción alguna. Tanto es así, que en los primeros cuatro juegos de la segunda manga, Safin rompió dos veces el saque del rival y Ferrero sólo pudo sumar un punto. Con el 5-0, Safin tuvo una pelota de partido, pero una leve reacción del español le permitió acercarse hasta el 5-3. Ahí acabó todo, porque el ruso solventó con dos saques directos el partido en apenas una hora y siete minutos.
Por su parte, Carlos Moyá necesitó sólo una hora y 24 minutos de juego para alzarse con el triunfo ante Agustín Calleri, aunque antes tuvo que salvar una bola de set en la primer manga. En ese parcial inicial, ambos tenistas se mostraron intratables con su saque, aunque Calleri tuvo un oportunidad de romper el de su adversario cuando dominaba por 6-5 y 30-40. Sin embargo, el mallorquín supo mantener su servicio y forzar el desempate, el cual se llevó en un suspiro (7-2).
A partir de entonces, Moyá empezó a jugar con mayor confianza y Calleri quedó con la moral tocada por la oportunidad perdida. El español empezó a mover a su oponente de un lado a otro de la pista, justo lo que no le gusta al argentino, un peso pesado del circuito que prefiere llevar la iniciativa del juego. Una ruptura de Carlos Moyá puso al mallorquín 3-1 por delante. En el juego siguiente, Calleri recuperó el break, pero Moyá se lo devolvió inmediatamente, colocándose 4-2 en el marcador. Ahí acabó todo. El español se creció a un más, ganó su servicio con comodidad y Calleri perdió el suyo una vez más, esta vez, con un lastimosa doble falta que supuso el definitivo 6-2.