Adiós a la aventura de la Champions. Después de cuatro jornadas, el Athletic de Bilbao se queda matemáticamente sin opciones de alcanzar los octavos de final y en las dos últimas fechas -frente al Shakhtar Donetsk en Ucrania y el BATE Borisov en casa- tendrá que pelear por un puesto en la Europa League. Los leones se han topado con un Oporto muy superior, liderado por el exjugador del Granada Yacine Brahimi, y han encajado una derrota (0-2) que les aparta de la máxima competición europea. Los dragones, por su parte, se afianzan como líderes del grupo H y ya han alcanzado la ronda de los dieciséis mejores, junto a un Shakhtar Donetsk que ha pasado por encima del BATE Borisov (5-0).
El equipo vasco, con la baja de Aduriz, necesitaba tres milagros hasta el cierre de la fase de grupos, y el primero de ellos pasaba por ganar esta noche en casa al Oporto. Sin embargo, pronto se vio que el conjunto de Julen Lopetegui es superior al de Ernesto Valverde y el cuadro luso no tardó en empezar a llegar con peligro al área de Gorka Iraizoz. A los 12 minutos, Jackson Martínez tuvo la primera ocasión clara con un remate en el primer palo que salió fuera, tras un centro desde la derecha de un Danilo que le ganó claramente la partida a Gurpegui.
Intentó reaccionar el Athletic y, mediado el primer tiempo, Mikel Rico se animó con una subida al área y un posterior testarazo tras conectar un preciso centro desde la izquierda de Ibai Gómez, aunque la pelota salió fuera.
El Oporto, que siempre tuvo el control del partido, respondió con un lanzamiento de falta de Brahimi que salió ligeramente desviado, aunque la ocasión más clara llegó justo antes del descanso al señalar el árbitro Felix Brych un claro penalti de Balenziaga sobre Danilo. Jackson asumió la responsabilidad desde los 11 metros, pero el colombiano estrelló el balón en el larguero. Al descanso se llegaba sin goles pese a las claras ocasiones que habían tenido los dragones.
Valverde movió ficha tras el intermedio y metió en el campo a Muniain e Iraola por Susaeta y Beñat. Los cambios parecieron surtir efecto porque, nada más arrancar la segunda parte, el Athletic gozó de su mejor ocasión en las botas de Óscar de Marcos, aunque el remate cruzado del lateral derecho rojiblanco, tras realizar una gran acción dentro del área, salió desviado.
Y cuando parecía que los leones podían reaccionar, llegó el mazazo en San Mamés con el tanto de Jackson, culminando una gran acción individual de Brahimi al marcharse de hasta tres jugadores. Un auténtico jarro de agua fría que supuso el principio del fin.
Aún así, el Athletic pudo haber logrado el empate con un cabezazo de Guillermo Fernández -hoy titular el canterano ante la ausencia de Aduriz-, aunque su remate se estrelló en el palo izquierdo de la portería defendida por Fabiano. Fue justo antes de que Brahimi pusiera la sentencia marcando el definitivo 0-2. El internacional argelino, que minutos antes había puesto a prueba a Gorka con un gran lanzamiento de falta, se aprovechó de un clamoroso error del meta local, tras la entrega de un dubitativo Laporte, para marcar a puerta vacía y terminar por enterrar las esperanzas del Athletic.
Corría el minuto 73. De ahí al final, con veinte por delante, el Oporto se dedicó a dejar pasar el tiempo para acabar sellando su pase a octavos. El Athletic, por su parte, tendrá que pelear ahora por meterse en la Europa League. Sería un mal menor después de un decepcionante inicio de temporada.
Ficha técnica
Athletic Club, 0: Iraizoz; De Marcos, San José, Laporte, Balenziaga; Gurpegui, Rico; Susaeta (Muniain, m.46) Beñat (Iraola, m.46), Ibai Gómez (Viguera, m.72); y Guillermo
FC Oporto, 2: Fabiano; Danilo, Maicon, Martins Indi, Alex Sandro; Casemiro, Óliver Torres (Rubén Neves, min.81), Héctor Herrera; Tello (Quaresma, m.60), Brahimi (Adrián López, m.89) y Jackson Martínez
Goles: 0-1, m.55: Jackson Martínez; 0-2, m.73: Brahimi
Árbitro: Felix Brych (Alemán). Mostró tarjeta amarilla a Gurpegui (m.19), del Athletic; y a Alex Sandro (m.16), del Oporto
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del Grupo H de la Liga de Campeones disputado en un San Mamés castigado por las intensas lluvias caídas en los últimos días y prácticamente lleno por unos de 50.000 espectadores. Entre ellos, unos 1.200 aficionados del Oporto