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La hora de Isco en Champions

El malagueño sólo ha jugado 77 minutos este curso en Champions, siendo titular en un partido. Zidane dice que es "casualidad".

Isco Alarcón, en Champions frente al Sporting de Lisboa. | Cordon Press

Se confirmaron los pronósticos con Gareth Bale. El galés, con un edema en el sóleo derecho, no estará este martes ante el Bayern de Múnich en el Santiago Bernabéu, de vuelta de cuartos de final de la Champions, y es seria duda para el Clásico del próximo domingo frente al Barcelona, también en feudo madridista. Dos partidos decisivos que puede perderse el galés, que está viviendo un auténtico calvario con las lesiones esta temporada.

Ante la baja confirmada de Bale, lesionado el pasado miércoles en el Allianz Arena de Múnich (1-2), puede llegarle el turno a Isco Alarcón. El malagueño, brillante en la victoria lograda el pasado sábado por el Real Madrid frente al Sporting de Gijón en El Molinón (2-3), con una actuación para enmarcar y dos goles en su haber, se perfila como titular para la vuelta ante el conjunto bávaro, en el centro del campo junto a Casemiro, Kroos y Modric, y por detrás de la dupla atacante formada por Cristiano Ronaldo y Benzema. Sin embargo, también cabe la posibilidad de que el jugador del Arroyo de la Miel forme arriba junto al portugués y el francés.

O Isco o Marco Asensio. Son las dos alternativas reales que maneja Zinedine Zidane para sustituir a Bale. Por detrás asoman Lucas Vázquez y James Rodríguez, aunque tanto el gallego como el colombiano cuentan con menos papeletas que sus compañeros. Y es que, a esta hora, son el andaluz y el balear, que cuajó un grandísimo partido la semana pasada en Múnich, logrando así doctorarse en Europa, quienes parten con más opciones de entrar el martes en el once titular.

La soberbia actuación del sábado en El Molinón ha hecho que Isco suba como la espuma. El andaluz lleva ya unas cuantas actuaciones brillantes esta temporada en LaLiga Santander, como frente al Atlético de Madrid en el derbi del Vicente Calderón (0-3) o ante el Leganés en el Bernabéu (3-0), por citar sólo algunos partidos, pero la Champions es harina de otro costal. De los nueve encuentros que los blancos han jugado esta temporada en la máxima competición europea, Isco sólo ha participado en dos. Fue titular ante el Sporting de Lisboa en la quinta jornada (1-2), jugando 67 minutos para dejar su puesto a Benzema, y participó los últimos diez minutos del choque de vuelta frente al Nápoles en San Paolo (1-3), entrando al campo en sustitución de Luka Modric.

En total, 77 minutos de 810 posibles. Escasísimo bagaje para un jugador llamado a hacer grandes cosas en el Real Madrid. Y, sobre todo, una participación insignificante en Champions en comparación con la de James, cuyo peso en el equipo resulta cada vez menor. Y es que el colombiano ha jugado esta temporada un total de 318 minutos en la máxima competición continental, participando en seis encuentros y siendo titular en cuatro de ellos.

Pero ahora la cosa puede cambiar en este tramo final de la temporada e Isco, que esta campaña lleva nueve goles y seis asistencias, podría acabar resultando decisivo.

"Sé que Isco ha jugado muy poco en Champions, pero es simple casualidad", decía este lunes Zidane en rueda de prensa cuando un periodista le preguntaba por la escasa participación del malagueño en Copa de Europa este curso. Y, cuestionado sobre si será el 22 blanco quien finalmente sustituya a Bale frente al Bayern, el técnico se limitaba a decir: "Ya tengo decidido quién va a jugar, pero no lo voy a decir (...) Isco está preparado como los demás". Como siempre, el preparador madridista mostraba su cara amable, con una sonrisa de oreja, pero sin ceder un solo milímetro y sin mostrar sus cartas ante la prensa.

Un dato: de los jugadores de campo del Real Madrid, hasta Fabio Coentrao ha jugado más en Champions que Isco, con 96 minutos —77 frente al Legia Varsovia como titular y 19 contra el Sporting de Lisboa, sustituyendo a Marcelo—.

Así, puede que haya llegado al fin la hora de Isco en Europa. Frente a las especulaciones sobre su futuro —a día de hoy sigue sin renovar su contrato con el Real Madrid, que finaliza en junio de 2018— y los rumores acerca de un posible fichaje por el Barcelona —aún colea el episodio de la bolsa de patatas fritas culé—, el jugador está respondiendo con buenas actuaciones en el terreno de juego y hasta con goles, como los dos que le hizo al Sporting de Gijón. El madridismo le necesita en este tramo decisivo en el que se juega la temporada.

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