El guardameta español del Oporto pudo hacer más en dos de los tres goles del Besiktas, que asaltó Do Dragao en el inicio de la fase de grupos de la Champions (1-3).
El francés fue sustituido casi al final del partido ante el Anderlecht y lanzó su camiseta al banquillo. En el Bayern no ha gustado nada el gesto del jugador.