Al final llegó. El Real Madrid llevaba 16 partidos sin perder esta temporada (11 en Liga, cuatro en Champions y uno en la Supercopa de Europa), y esta noche se ha topado con un gran Leipzig para encajar su primera derrota del curso (3-2). Un tropiezo que obliga a los blancos a cerrar el primer puesto de grupo en la Champions a la última jornada, el miércoles de la próxima semana frente al Celtic de Glasgow en el Santiago Bernabéu.
No fue la noche para el campeón de Europa, que reaccionó tarde en el RB Arena y cuando ya estaba con dos goles de desventaja en el marcador. Los blancos fueron víctimas del gran inicio del conjunto de Marco Rose, que jugó a un gran nivel, mostrando las debilidades del líder de la Liga española.
Inicio eléctrico del Leipzig
El Leipzig, más necesitado y que con su victoria de esta noche se pone ahora a un solo punto de los madridistas, salió con el cuchillo entre los dientes ante un rival que acudía a tierras germanas con tres bajas muy sensibles: Karim Benzema, Luka Modric y Fede Valverde. Ancelotti tiró de rotaciones e introdujo hasta cinco novedades en el once, como las de Asensio, Camavinga, Nacho, Rüdiger y Lucas Vázquez. Por contra, Rose disponía de sus delanteros y además pudo contar con Dani Olmo —el internacional español entró en la segunda parte—, que ya tuvo minutos en el partido del pasado fin de semana ante el Augsburgo en la Bundesliga.
Pareció olvidar el Madrid que visitaba Alemania, escenario donde no suele haber tiempo para la relajación, y el Leipzig se encargó de recordárselo con un inicio espectacular. Courtois atisbó pronto que tendría una noche complicada donde los de Marco Rose sacaron muy pronto premio a su gran comienzo. El portero belga mostró reflejos para sacar el remate de André Silva, pero no pudo evitar que Gvardiol marcara el primero cuando sólo se habían disputado los primeros 12 minutos.
El Leipzig era un vendaval y quería más. Nkunku, una pesadilla para la zaga visitante, estuvo a punto de aprovechar una rápida transición y una extraña mala salida de Courtois, y poco después, tras una buena mano del belga a Haidara, el delantero francés, que está en estado de gracia, no desperdició un balón dentro del área para fusilar con potencia el 2-0 antes del minuto 20, algo desconocido para el Real Madrid desde hace mucho tiempo.
El Madrid no daba muestras de reacción. Se llegaba a la media hora y el equipo seguía dormido, pero también era lógico pensar que el Leipzig acabara desinflándose con el paso de los minutos. Tchouaméni, Kroos y Camavinga eran incapaces de encontrar a Vinicius y a Rodrygo, aunque el Madrid poco a poco se puso las pilas para empezar a meterse en el partido. La primera posesión larga le dio la primera opción a Vini de meter miedo. Aunque la mejoría blanca no se transformó en un carrusel de ocasiones, Rodrygo y de nuevo Vini pusieron a prueba a Blaswich antes de que llegara el 2-1 al filo del descanso. Asensio encontró hueco en la defensa y, con la derecha, metió un buen centro que cabeceó con acierto Vinicius en el segundo palo.
Vinicius perdona y Werner sentencia
Así se llegó al descanso en el RB Arena, con el gol visitante que le supo a gloria a Ancelotti y los suyos. Y es que el Madrid salió con otra cara tras el paso por vestuarios, más dominador de inicio en el segundo tiempo, aunque Marco Rose también dio la orden de dar un paso atrás. Sin embargo, su equipo siempre amenazó con los espacios que poco a poco se iban generando.
El Madrid parecía pasar a dominar, sí, pero también le faltó claridad ofensiva, sobre todo porque Rodrygo no tuvo el tino en su papel de Benzema y participó poco y sin demasiado acierto. Aún así, Tchouaméni tuvo una buena opción para empatar con un remate en el centro del área que se topó con un defensa. El otro recurso fue buscar a Vinicius, cuyos continuos esfuerzos siempre se acabaron encontrando con una pierna salvadora de una defensa que sabía por dónde llegaba el mejor peligro visitante. El Leipzig no se arrugó y apoyado en la salida que siempre le dio Nkunku también tuvo sus opciones, sobre todo una de Timo Werner, uno de los cambios de Rose para el tramo final, que se fue rozando el palo.
Ancelotti también trató de reaccionar desde el banquillo, con cambios en los laterales (Carvajal y Alaba), y la posterior entrada de Hazard por Toni Kroos. El belga participó en la mejor ocasión visitante en una combinación con Asensio que envió un pase de la muerte que perdonó Vinicius con todo a favor. El que no lo hizo fue Werner, que ejecutó sin oposición una gran contra conducida por Simakan por el costado derecho, para hacer subir el 3-1 al marcador que a la postre acabaría siendo decisivo.
El Madrid supo entonces que iba a llegar la primera derrota del curso, pese a que Rodrygo, ya en el descuento, se encargó de transformar un penalti que él mismo provocó tras ser derribado por Nkunku dentro del área. Parecía que podría llegar la última ocasión para los de Ancelotti, pero Daniele Orsato se encargó de pitar el final del partido con el 3-2 en el marcador, certificando la primera derrota del Real Madrid este curso. Toca esperar al próximo miércoles, en la visita del Celtic de Glasgow al Santiago Bernabéu (en horario vespertino de las 18:45), para sellar la primera plaza de grupo.
Ficha técnica
RB Leipzig, 3: Blaswich; Simakan (Henrichs, m.89), Gvardiol, Orbán, Raum (Diallo, m.69); Schlager, Haidara; Szoboszlai, Nkunku, Forsberg (Dani Olmo, m.69); y André Silva (Werner, m.69)
Real Madrid, 2: Courtois; Lucas Vázquez (Carvajal, m.69), Militao, Nacho (Alaba, m.69), Rüdiger; Camavinga, Tchouameni, Kroos (Hazard, m.76); Asensio, Rodrygo y Vinícius
Goles: 1-0, m.12: Gvardiol; 2-0, m.18: Nkunku; 2-1, m.44: Vinícius; 3-1, m.80: Werner; 3-2, m.93: Rodrygo, de penalti
Árbitro: Daniele Orsato (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Lucas Vázquez (m.49), del Real Madrid
Incidencias: Partido de la quinta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, grupo F, disputado en el RB Arena de Leipzig ante unos 44.000 espectadores